RNE cumple 75 años

Radio Nacional de España, la radio pública, cumple hoy 75 años. El 19 de enero de 1937, en Salamanca, en plena guerra civil, nació esta emisora que el bando nacional utilizó a modo de propaganda. Después, durante el franquismo, especialmente en los años 60, RNE tuvo la exclusiva de la información en la radio, ya que la dictadura no permitía a las otras emisoras informar, por si las moscas. Antes, el radioteatro y las retransmisiones deportivas (esas que algunos se quieren cargar para cobrar cuatro duros de las cadenas) fueron dos puntales de la programación de esta emisora. Después llegó la Transición y, con ella, la libertad de expresión e información que amplió el abanico de emisoras de radio que podían emitir información y unos años duros para RNE al haber muchas más partes entre las que repartir la tarta publicitaria. A través de las ondas, escuchando la radio pública, muchos se enteraron de la muerte del dictador. Es sólo uno de los muchos momentos históricos que los españoles han vivido a través de la radio.

La fecha de hoy es ideal para tres cosas: reivindicar el mágico medio radiofónico, que tiene algo especial y diferente a todos los demás, recordar como es debido y merecen el trabajo pasado y presente de muchos grandes profesionales en RNE y también defender la necesidad de unos medios públicos de calidad ahora que, en tiempos de recortes, cada vez hay más gente que lo cuestiona y critica. Lo cierto es que los medios públicos no son malos, sino necesarios. Lo que es malo malísimo es el uso que de los medios públicos se ha hecho durante muchos años. Pero ahora que RTVE está más cerca que nunca de la independencia y la pluralidad sería un error imperdonable hacer inviable su modelo de financiación o pretender meter mano en sus contenidos. Por todo eso la entrada de hoy tenía que estar dedicada, sí o sí, a RNE y su cumpleaños.

Antes mencionaba un momento destacado de la Historia de España que muchos vivieron a través de RNE, pero ha habido muchos más. El gol de Zarra cantado por Matías Prats, el anuncio de la legalización del Partido Comunista por Alejo García o el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Todos esos momentos y muchos más se ha contado en RNE. 75 años son muchos años. Desde luego, RNE es hoy como los buenos vinos y ha mejorado mucho con el paso de los años. De ser una herramienta propagandística más del franquismo, como casi todos los medios de esa época, a convertirse en la emisora moderna y de calidad que es hoy. Desde RTVE se destaca especialmente en este 75 aniversario que la radio pública está perfectamente integrada en las nuevas tencologías. No es una cuestión menor, ya que todo (la radio no iba a ser una excepción) ha cambiado mucho y más que va a cambiar. Es por ello extremadamente necesario estar bien posicionado ante el nuevo panorama que es, dicho sea de paso, un escenario duro para el periodismo y la radio, pero lleno de posibilidades y oportunidades.

Por RNE han pasado muchas de las mejores voces y muchos de los mejores profesionales de este medio en nuestro país. Empezando por el maestro Luis del Olmo y siguiendo por todos los demás. La lista es larga e ilustre: Juan Manuel Gozalo, Jesús Hermida, Matías Prats, Carlos Herrera, los actuales Juan Ramón Lucas, Antonio Garrido o Pepa Fernández. Un motivo más para celebrar este cumpleaños. Este punto es muy importante, claro. Por la emisora pública han pasado grandísimos profesionales y es obligado dedicar una parte importante de los actos nostálgicos de hoy a recordarlos como merecen todos ellos. Los más conocidos, pero también todos los que no lo son tanto pero que son igualmente imprescindibles que los locutores estrella.

Destacaba tres puntos y me faltan por repasar dos, brevemente. El primero de ellos, la magia de la radio, es difícil de explicar, pero tanto los que están a un lado como los que están a otro (locutores y oyentes) saben perfectamente a lo que me refiero. La radio sigue mantiendo intacta su magia, su especial relación entre oyente y locutor, su características únicas. Como ciudadano al que le gusta estar bien informado, cada vez disfruto más de la radio y como estudiante de periodismo también es creciento mi grado de satisfacción cada vez que me pongo delante de un micrófono. La radio tiene algo especial, como digo, y siempre es un buen momento para destacarlo. Estamos en un momento de televisiones de alta definición, de emisiones en 3D, de Internet, de redes sociales, de muchos avances, pero curiosamente la radio, ese medio que llegó a España en los años 20 del siglo pasado y cuativó desde un principio a mucha gente, sigue atrapando a millones de personas. Será el poder de la palabra. Una imagen vale más que mil palabras, se suele decir. Eso es porque no cuentan con el poder extraordinario de la radio.

El último punto es el de la necesidad de los medios públicos. Sí, soy un firme defensor de este tipo de medios. Se pueden buscar otro argumento los que dicen que los medios públicos deberían desaparecer porque sólo sirven de altavoz del poder político de turno. Vamos a ver, porque los políticos hayan utilizado durante tantos años de forma indecente los medios públicos para servirse de ellos y manipular a su favor no es motivo para criticar a los medios, sino a esos políticos. Pero en lugar de quitar esos medios habrá que eliminar ese tipo de actitudes. Estos últimos años RTVE ha mejorado muchísimo en ese sentido. Ha recibido muchos premios por su imparcialidad, independencia, rigor y calidad. La mejor defensa posible de los medios públicos es la que hacen a diario los trabajadores de RTVE con su trabajo. Quien dude de la necesidad de los medios públicos, que vea un telediario de La 1 y luego compare con el resto de ofertas y me cuente.

Los medios públicos son necesarios. Lo que es innecesario y pernicioso es la actitud de muchos políticos durante muchos años de intervenir en su línea editorial. Es lo de siempre, ¿es un coche algo malo de por sí? No, más bien todo lo contrario. Pero si se pone al volante un conductor kamikaze la cosa cambia. Igual pasa con los medios públicos. Son una herramienta necesaria y buena, pero algunos políticos la han estropeado con lamentable frecuencia y sorprendente falta de pudor. Así como no dejamos de fabricar coches porque haya malos conductores no dejamos de construir barcos porque exista gente como el capitán del crucero que encalló este fin de semana, no ataquemos directamente a los medios públicos por su falta de independencia cuando esto es algo achacable exclusivamente a los poderes políticos. En los medios públicos, ayer, hoy y siempre, hay grandes profesionales llenos de ilusión y profesionalidad que sólo quieren poder hacer su trabajo con la libertad necesaria para ello. RTVE, como digo, ha avanzado mucho en este sentido y espero que a nadie se le ocurra intentar estropearlo.

RNE cumple 75 años en un escenario político, mediático y social muy diferente al del día de su nacimiento. Tres cuartos de siglo dan para mucho. Lo importante es que la radio pública siga trabajando tan bien como lo hace ahora y que consiga mantener ese logro extraordinario de plantar cara a las emisoras privadas. Con programas de calidad y buenos profesionales han logrado sacudirse el estereotipo, culpa también de los políticos, de mera correa de transmisión del gobierno de turno. ¡Feliz cumpleaños y que lleguen muchos más!

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