¿Cambios en Libia?



No me atrevo a poner sin signos de interrogación el título de esta entrada, porque no sería la primera vez que parece que algo puede estar cambiando en este país en relación al futuro de Gadafi, pero al final no pasa nada nuevo. En este caso los posibles cambios en Libia llegan de la mano de una información de The Guardian en la que se cuenta que un emisario del régimen libio ha sido enviado a Londres para negociar. ¿Qué viene a negociar exactamente? Pues podría ser que Gadafi esté viendo su salida con mejores ojos que hace unos días. Mohamed Ismail es el enviado por Gadafi para negociar en Londres con las autoridades británicas. Se trata de uno de los asesores de confianza de Sail Al Islam, hijo del dictador. Según fuentes diplomáticas citadas por el diario británico, entre los hijos de Gadafi existe la intención de buscar una salida negociada al conflicto. La petición del régimen a una salida del poder sería, presumiblemente, que el dictador y sus secuaces no tengan que responder ante la justicia por sus crímenes, es decir, una marcha a un exilio cómodo en el que Gadafi y los suyos no se vean en la situación de verse acusados y juzgados por crímenes contra la Humanidad. Eso sería lo que está buscando el régimen con estas negociaciones. Una salida al conflicto sería lo que pretende el régimen. Sobre el terreno son las fuerzas leales al dictador las que, según parece, han logrado más importantes victorias en los últimos días. Una dsminución en los bombardeos de los aliados contra intereses de las tropas de Gadafi habría dado lugar a este avance de los fieles al dictador. La guerra en Libia cuenta ya con el mando de la OTAN. Es la Alianza la que está al frente de las operaciones militares en aquel país. Cuando se está desarrollando un conflicto armado como éste, la primera mirada debe ser para lo que está pasando en la guerra, es decir, debemos preocuparnos sobre todo de las personas que se están viendo afectadas por los bombardeos o los combates. Pero también es cierto que algunos movimientos como el del emisario enviado por Gadafi a Londres para negociar tienen un gran interés y hay que prestarles la debida atención. Antes de conocer esta noticia, otra información que llegaba desde el Reino Unida hablaba de deserciones de personas de confianza de Gadafi como su ministro de Exteriores quien llegó a este país procedente de Túnez tras haber pasado la frontera libia. La explicación que dan en Libia de esta deserción es la siguiente: este señor está muy enfermo (tanto física como mentalmente) y si quiere volver será bien recibido.

A la salida del país del ministro de Exteriores se suman la de otros dirigentes y personal que eran leales a Gadafi, pero que ahora están abandonando el barco. Musa Kusa, que así se llama el ex ministro de Asuntos Exteriores, habría abierto camino para todas estas salidas que se podrían estar produciendo en las últimas horas en dirección al Reino Unido. Esto es un síntoma de debilidad del régimen de Gadafi. Si el dictador ya no es capaz de mantener a su lado a sus más leales colaboradores, ¿cómo va a lograr dar la imagen de unidad en torno a su persona en Libia? Otras salidas de Libia, éstas no de dirigentes del régimen sino de personas normales y corrientes que huyen de la guerra, están siendo noticia estos días. Se trata de los miles de libios que abandonan el país ante la guerra que están padienciendo en dirección a la localidad italiana de Lampedusa. El primer ministro, Silvio Berlusconi, incapaz de hacer algo con la mínima seriedad que se le supone a un alto cargo y muy dado a los shows mediáticos, visitó Lampedusa para decir que iba a vacías la ilsa de inmigrantes y que se había comprado una casa en esta localidad. Disparates aparte, estamos ante otra cara de la guerra: la de los que huyen de su país por culpa de los enfrentamientos. El daño que está sufriendo Libia es enorme.

Hablando de la posibilidad de armar a los rebeldes, algo que Estados Unidos podría estar planteándose, la OTAN ha dicho que bajo ningún concepto permitirá que esto se produzca. La postura de la Alianza parece la más razonable, y sus argumentos se caen por su propio peso. Dicen desde la OTAN que la resolución de la ONU para la intervención en Libia habla de defender a los ciudadanos, no de armarles. Si a esto se suman las sospechas de que pueda haber presencia de grupos terroristas entre los rebeldes, queda claro que no es una buena idea la de armar a los sublevados. Quizás, sólo quizás, sería una forma de lograr meter más presión sobre Gadafi y lograr el objetivo de que se vaya del poder, pero no creo que fuera fácil de controlas esta situación. Si se decidiera armar a los rebeldes, algo que pese a la oposición de la OTAN yo no descartaría aún que pudiera suceder, se daría un paso hacia la derrota de Gadafi, eso es posible, pero también se estaría armando a un grupo del que lo desconocemos casi todo y en el que se sospecha que Al Qaeda puede estar presente. Considero que armar a los rebeldes sería un error, y la historia así lo demuestra en otros casos similares. Está por ver si EE.UU descarta definitivamente la idea.

Robert Gates, secretario de Defensa de Estados Unidos, ha declarado que Gadafi se marchara del poder "con el tiempo", es decir, la máxima autoridad en esta materia de EE.UU descarta que la salida del dictador esté próxima. Según él será el pueblo libio el que desaloje del poder a Gadafi, pero será a largo plazo, tal y como se deduce de sus palabras en el día de ayer. Lo más curioso de sus palabras es que dijo que derrocar al régimen sería bienvenido, pero no es parte de la misión militar. Con estas declaraciones vuelven a surgir algunas dudas sobre si lo que buscan los aliados es sólo proteger a la población civil o, por el contrario, derrocar al dictador. Las palabras de Gates apuntan a que el objetivo es el primero, es decir, evitar más muertes de civiles inocentes. Pero no creo que posicionarse en una guerra de forma tan clara a favor de los rebeldes, hasta el punto de que se están planteando armarles, no suponga querer echar al dictador. Además, si no se quiere derrocar a Gadafi, ¿cuándo se pondría fin al conflicto? ¿Se espera que sean los rebeldes los que logren vencer ante ls tropas leales la dictador? Si esto sucede habrá sido en parte gracias a los aliados, pero EE.UU quiere huir de la imagen de país intervencionista que se entremete en asuntos de otros países.

Termino esta entrada con un último comentario sobre la guerra de Libia y con una mirada a Costa de Marfil, donde también se sufre un conflicto armado grave entre dos bandos de ese país tras no reconocer el presidente su derrota en las elecciones y negarse a dejar el poder. Sobre Libia, esta última reflexión va en la línea de lo que ya he comentado en otras ocasiones. Me refiero a que nadie quiere una guerra, al menos nadie con un poco de sentido común. Sabemos que la guerra no deja más que dolor, sufrimiento y muerte. En definitiva, toda guerra es en cierta medida un fracaso del ser humano. No sé si conderarme pacifista, pero día pacífico. No soporto las guerras y realmente me estremezco con cada imagen de combates o bombardeos que estos días vemos en la televisión. Pero también es cierto que, así como la guerra debe ser siempre el último recurso, en el caso de Libia Gadafi no dio muchas opciones a la comunidad internacional. Muchos reclamábamos que el mundo no mirara para otro lado ante la masacre del dictador en Libia. Ahora que por fin hacen algo, sería muy hipócrita recharzarlo de pleno. Esta guerra es odiosa, como todas, lo que no sé es si se trata de una guerra evitable. ¿Se podía haber hecho otra cosa?

En relación a Costa de Marfil, allí también hay una guerra. Es, al menos era hasta ayer, una guerra mucho menos mediática y con menor presencia en prensa que la de Libia, pero todas las guerras dejan lo mismo. Según parece en ese país el presidente saliente se negó a marcharse y a reconocer el resultado de las elecciones, por lo que decidió sacar a sus leales a la calle a luchar contra los partidiarios del otro candidato. Es una situación muy delicada la que se está viviendo ya que hay enfrentamientos en la calle y muchas personas pueden estar perdiendo la vida. Una vez más digo lo mismo: el mundo no puede hacer como que no pasa nada. No hablo de una intervención militar, sólo digo que habrá que frenar esta guerra lo antes posible. En África hay más conflictos y muchos problemas. Se trata del continente olvidado por el resto del mundo. Costa de Marfil está sufriendo una espiral de violencia muy peligrosa y hay que intentar frenar la matanza. Ver imágenes de combates, enfrentamientos y guerras en pleno siglo XXI nos enseña que en verdad es muy poco lo que hemos aprendido del pasado, y muy poco lo que hemos avanzado en ciertos aspectos. Es trágico que sigamos teniendo guerras en el mundo en que vivimos, pero la realidad es que es así. Hay que tratar de parar esta guerra, todas las guerras.

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