Encuestas electorales: PNV y PSE igualados


POLÍTICA
Encuestas secretas al pil pil
Un sondeo interno del PNV concede tres escaños a UPyD El PSE dispone de un estudio en el que empata con los jeltzales
ALBERTO SURIO
EN CAMPAÑA

La batalla de las encuestas es bien silenciosa pero ya se sabe que los partidos las manejan no sólo para tener un diagnóstico de la realidad sino también como un arma psicológica de primer orden. Los socialistas disponen de trabajos que muestran que las posiciones están muy igualadas. En su último sondeo del pasado viernes, con una participación del 65% y un 14% de indecisos, el PNV y el PSE obtendrían respectivamente entre 27 y 28 escaños, mientras el PP alcanzaría 11; EB, tres; Aralar, tres; EA, dos o tres, y UPyD, uno. Todo sigue pues muy abierto.
A su vez, la última encuesta del PNV del pasado domingo - elaborada por teléfono sobre 400 entrevistas- refleja que Ibarretxe obtendría 29 escaños, el PSE, 26; el PP, 10; UPyD, tres; Aralar, dos, Ezker Batua, tres; y Eusko Alkartasuna, dos. El porcentaje de respaldo a D3M llegaría al 11,5%, con una participación estimada del 77,3%. La principal conclusión de ambas encuestas es que el PNV se acerca al listón deseado de los 30 escaños, la cifra que podría permitir abrir el juego negociador pero sin posibilidades matemáticas de mantener la Lehendakaritza. Los socialistas les pisarían los talones.
De hecho, Ibarretxe, según ambas encuestas, no tendría ninguna opción de lograr la mayoría absoluta en su investidura con el apoyo de sus socios del tripartito. Según el sondeo del PNV, si EA y Ezker Batua decidieran apoyarle, obtendría 34 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta. Ni siquiera con un previsible respaldo de Aralar en este escenario, el candidato del PNV tendría asegurada la reelección con mayoría absoluta. Sólo lo podría hacer en caso de que fuera investido con mayoría simple.
El PNV está convencido de que en esa tesitura, el PP apoyaría a Patxi López sin exigir nada a cambio, lo que implicaría un empate a 36 escaños en una sesión de investidura. En este sentido, la llave la tendría el partido liderado por Rosa Díez, que con sus tres parlamentarios podría tener en su mano la decisión. UPyD se convertía pues no sólo en el árbitro de la gobernabilidad vasca sino también en el fenómeno sorpresa de la campaña, con un aumento espectacular que capitalizaría fundamentalmente un auténtico descalabro del PP, que perdería hasta cinco escaños.
Por eso, quizá el PP de Basagoiti recurra de nuevo a Ruiz Gallardón, que volverá hoy a San Sebastián en campaña, para frenar ese movimiento. Gallardón, la gran esperanza reformista del PP, empieza a adquirir un perfil político que algunos interpretan ya en clave sucesoria de día después.
Claro que UPyD pondría muy alto el precio de su valioso apoyo. Rosa Díez ya ha advertido que su voto no pretende sin más mandar al PNV a la oposición sino articular un ejecutivo constitucionalista en toda regla. Todo un aviso para navegantes para Patxi López.
Este sondeo, que se ha efectuado seleccionando los distritos y municipios más representativos en relación con los procesos electorales de la última década, deja pues muy abierta la partida y ofrece una gran incertidumbre porque hace depender la futura relación de fuerzas de que las opciones más pequeñas superen la barrera del 3% exigido para tener presencia en el Parlamento Vasco. Una variable asociada también al nivel de participación.
Por ahora, la falta de entusiasmo que se detecta en la campaña electoral, el perfil plano de la misma, no beneficia una excesiva movilización del electorado. ¿Quién puede capitalizar esta campaña un tanto fría? La mayoría piensa que, en principio, no favorece en especial a Ibarretxe, porque lo que quiere Patxi López es no asustar al adversario y parece que lo está logrando. Ahora bien, aún queda mucho partido.

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