No parece haber ya mucho margen para dar golpes de efecto por parte de los dos candidatos a la Presidencia en Estados Unidos. Por contra de lo que se trata a un día de la celebración de las elecciones es reforzar los mensajes más importantes de la campaña. El de Barack Obama demostrar que es él quien en verdad representa el cambio, el de John McCain tirar de su experiencia para atraer al elector indeciso.
Las encuestas siguen hablando de una ventaja para el senador demócrata por Illinois, pero todo puede pasar en las elecciones de mañana que seguiremos con especial atención en el blog del programa y que será el tema central de esta semana debido a su indudable trascendencia. Lo cierto es que, si bien Obama continúa por delante, otros sondeos hablan de una reducción de la ventaja por parte del Partido Republicano.
McCain se centra en Florida y Obama en Ohio, dos Estados clave en las elecciones de mañana. El apoyo más mediático de ayer para Obama fue el de Bruce Springsteen, quien cantó el "yes, we can" en un mitín del candidato demócrata a la Casa Blanca. Por su parte McCain derrocha optimismo allá donde va. Es el caso del decisivo Estado de Pensilvania. Las encuestas hablan de victoria demócrata, McCain está convencido de llevarse los 21 votos que otorga este Estado y llevarse el gato al agua en las elecciones.
La jornada de hoy de ambos candidatos es la siguiente: McCain irá a cinco estados diferentes en un último intento de arrebatar cada voto. Estará en Moon Township (Pensilvania), Indianapolis (Indiana), Roswell (Nuevo México), Henderson (Nevada) y en Prescott (Arizona). Por su parte Obama estará en Jacksonville (Florida), Charlotte (Carolina del Norte) y Manassas Virginia.
Volviendo a las encuestas, las ventajas van de entre 10 a 5 puntos, siempre con Obama por delante. Por otro lado, un 5% del electorado no tiene aún decidido su voto. La verdadera repercusión del llamado efecto Bradley, o racismo encubierto parece ser una de las grandes incógnitas de cara a la cita electoral de mañana.
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