Las medidas que hubieran salvado a España
Ahora que tanto se lleva, vamos a coger la máquina del tiempo, y nos vamos a transportar al 2004. Supongamos que el precio de la vivienda estuviera en torno a los 2.000 euros/metro cuadrado en las grandes capitales (Madrid, Barcelona, San Sebastián), que la economía estuviera crenciendo en torno al 4%, que se estuviera generando empleo, y que vivieramos en un mundo ideal. Cualquiera de nosotros con una mentalidad previsora, ahorraría el dinero y pensaría que esto se acabaría antes o después.
Imaginemos que en vez de ser cualquiera de nosotros, fuera un gobierno. ¿Qué es lo que deberíamos haber hecho? Pues actuar antes de que la crisis hubiera llegado. ¿Y cómo podíamos haber actuado? Lo primero hubiera sido darnos cuenta de que se estaban haciendo las cosas con poca previsión de futuro, que teníamos que ver qué era lo que que estaba sustentando nuestro crecimiento, y ver si eso era sostenible en el futuro; hubieramos descubierto quela actividad que sostenía la economía era la construcción; que lo que estaba manteniendo las cuentas del Estado y de los ayuntamientos eran los ingresos procendentes de constructoras, permisos de construcción, mano de obra de la construcción, etc. Si no tuvieramos otro medio de crecimiento, tendríamos que habernos dado cuenta de que ninguna famila española, excepto el caso de los privilegiados a los que el Estado no tiene por qué ayudar, podía pagar pos su casa 300.000 euros, que era el precio que se avecinaba para el futuro.
Por tanto, una manera de haber seguido creciendo, ya que parece que otro modelo de crecimiento en España no es posible de momento, era haber creado viviendas de protección oficial a un precio razonable de 120-150.000 euros, con lo cual la economía podría haber seguido creciendo, el empleo hubiera seguido aumentando, el consumo, que se ha esfumado porque ahora hay que pagar la letra del piso, también hubiera crecido, y en general podríamos decir que lo que está pasando ahora sería un simple bache que hubieramos superado sin muchos problemas y que solo hubiera sacado del mercado de trabajo a aquellas personas menos cualificadas que a través de un INEM reformado y que aportara formación a los desempleados, se hubieran podido recolocar facilmente en otros sectores de la economía.
Por tanto, el paquete de medidas económicas anunciadas por el gobierno, es como una presa que trata de taponar una crecida de un río, pero que si crece más que la altura de la presa, al final se acabara desbordando y todavía con más fuerza porque ya no tendremos ese dinero que nos hemos gastado en estas medias. Como conclusión, podemos decir que las medidas hay que tomarlas cuando se está creciendo, las reformas hay que hacerlas cuando todo va bien, porque la propia dinámica del crecimiento hará que no se noten, y estaremos preparados para afrontar los problemas en un futuro. Esperemos que todos los gobiernos sucesivos en España analicen lo que ha ocurrido ahora para que no vuelva a suceder.
Jesús, el experto de economía de Revista de Actualidad, es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Carlos III, y licenciado en Economía por misma universidad.
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