Día Internacional del Libro (III)

William Shakespeare, el maestro inglés
Este genio de las letras nació en 1564, y falleció el 23 de abril de 1616, según el calendario juliano, el 3 de mayo del calendario gregoriano. Dramaturgo, poeta y actor a tiempo completo. Buena prueba de lo universal de su literatura es que sus obras han sido traducidas a 70 idiomas. Y por si fuera poco el misterio en torno a él, como con todos los genios, es aún mayor pues poco se sabe de su vida. Nació en Stratford-upon-Avon, se casó con 18 años con Anne Hathaway, tuvo tres hijos con ella, y murió antes de cumplir 52 años. Tuvo siete hermanos, fue el tercero de ellos. En esa época solo se hacia oficial el día del bautismo, fue el 26 de abril, se deduce que nació dos o tres días antes.
A partir de ahí, misterios. Su padre, un próspero comerciante, cayó en desgracia al ser acusado de comercio ilegal de lana, se cree que William fue a la Stratford Grammar School, y que allí estudió gramática y literatura latina. Leyó a Virgilio, Ovidio y otros. Murió joven su único hijo varón, y solo llegaron a edad adulta sus dos hijas. Los últimos daños de la década de 1850 son los años perdidos, nada se sabe del dramaturgo.
En 1596 muere su hijo Hamnet, y hay quien dice que esta muerte le inspiró a reescribir Hamlet, reescribir porque procede de una obra más antigua que no ha sobrevivido. Fue actor, escritor, y copropetario de la compañía teatral Lord Chamberlain´s Men. En 1611, Shakespeare se retira de Londres a su pueblo natal. En marzo de 1613 hizo su última adquisición, una casa con corral en Londres por 140 libras. Lo puso a nombre de él y de otras tres personas, para privar a su mujer del derecho sobre esta vivienda a su muerte, según su gran biógrafo Sidney Lee. Poco después aconteció una gran tragedia, se incendió el Teatro del globo y todos los manuscritos del autor inglés. Entre ellos estaba Cardenio, inspirada en un episodio de Don Quijote de la Mancha de su contemporáneo Miguel de Cervantes. Rumores sobre asuntos más personales había a porrón, pero ya decimos nosotros por él eso de "no voy a hablar de mi vida privada". Uno de los más grandes de todos los tiempos.
Los restos de Shakespeare fueron sepultados en el presbiterio de la iglesia de la Santísima Trinidad, en su pueblo. No por su brillantez literaria, sino por un diezmo que compró a la Iglesia por 440 libras. Él mismo dejó escrito este epitafio, ante el temor de ser desplazado:
Buen amigo, por Jesús, abstente
de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito sea el hombre que respete estas piedras,
y maldito el que remueva mis huesos.
Por especularse, se ha especulado hasta si sus grandes obras son de él, o están escritas por otros como Sir Francis Bacon. Hubo hasta grandes debates en la sociedad posterior al genio Shakespeare. Sobre su educación sí se sabe que William no llegó a estudiar en la Universidad. Sea como fuese, Romeo y Julieta, Hamlet, Enrique VI, Eduardo III, pero tambié poesías y comedias. De él se ha escrito mucho, y muchas de sus historias han sido llevadas al cine. El inglés es y será siempre, la lengua de Shakespeare.
Mañana: Larra, Espronceda, Becquer, Rosalía de Castro.

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