Big Boys

 

Si uno lee la sinopsis o ve un tráiler de Big Boys piensa que va a ser algo que no es exactamente. Y eso es maravilloso. No es tan habitual que a estas alturas una producción sorprenda y la serie de Jack Rooke que puede verse en Filmin, sin duda, lo consigue. No es una serie adolescente al uso. Tampoco una comedia corriente. No es una historia de amor. No es nada convencional o previsible. Es, sin duda, de las mejores series de comedia en años. 

La serie, que tiene dos temporadas y podría tener una tercera aún no confirmada, mezcla con asombrosa habilidad la ternura y la irreverencia. El tono lo es todo a la hora de contar una historia y Big Boys intercala la comedia hilarante con la provocación, la ternura con la sátira. Todo el rato. En un mismo diálogo, hay frases emotivas seguidas de otras desternillantes. Tiene un punto ácido y adorable. Aborda cuestiones muy serias y duras, pero también otras ligeras. La serie, desde luego, huye de la solemnidad en todo momento, hasta el punto de que uno puede estar seguro que en el momento más emotivo y duro, justo ahí, llegará la broma más bestia y divertida que pueda esperar. El humor como escapatoria, como forma de estar en el mundo y afrontar las contrariedades.

Uno de los grandes puntos fuertes de la serie es que se trata de una historia coral en la que todos los personajes aportan, gracias también a la frescura del elenco. Jack (Dylan Llewellyn), que es el alter ego del creador de la serie, es un joven que acaba de perder a su padre, lo que le hace entrar un año más tarde en la universidad. Jack está triste, se siente fuera de lugar, tiene miedo y siente vértigo ante esa nueva etapa y, además, aún no le ha contado a su madre que es gay. En la universidad conoce a Danny (Jonathan Pointing), un chico mayor  que parece todo lo contrario a él. Parece el clásico machote básico, pero tras esa pose hay un chico sensible, que ha sufrido mucho en su familia, sufre una depresión y tiene un gran apego con su abuela. 

Completan el elenco el grupo de amigos de Jack en la universidad, su familia elegida, y también su madre Peggy (Camille Coduri), la prima Shannon (Harriet Webb), la abuela Nanny Bingo (Annette Badland). Las tres son auténticos personajazos y protagonizan escenas memorables. Comparten con Jack el dolor por la muerte de su padre, el amor y el cuidado que se aportan unos a otros y también una afición incondicional por la cultura popular y la televisión. 

En la universidad, además de Danny, Jack también conocerá a Corinne (Izuka Hoyle), una chica comprometida con causas sociales, feminista y sensible; Yemi (Olisa Odele), un hombre gay desinhibido que es el contrapunto de Jack, y Jules (Katy Wix), una empleada de la universidad ofrece grandes momentos. Es magnífico el grupo que forman, la forma que tiene de apoyarse, y lo que todos ellos aprenden.

Como bien se dice en varios momentos de la serie, “la familia es la gente a la que eliges y que te elige”. Y Big Boys es una serie que vale la pena elegir, desde luego. Una serie que es como ese amigo aparentemente duro, malhablado y que parece no tomarse nunca nada demasiado en serio, que en realidad es mucho más sensible y profundo de lo que parece, y que siempre, siempre, siempre está ahí cuando se lo necesita. Un espacio seguro, un lugar feliz. Muy irreverente y gamberro, también, con un chiste y una broma siempre lista. 

La amistad entre Jack y Danny refleja un tipo de masculinidad no convencional. Es quizá el gran acierto de la serie. Esa amistad incondicional y firme entre dos chicos tan distintos aparentemente, que se entienden y respetan, que se quieren y apoyan. Una amistad entre un chico gay virgen lleno de temores y otro heterosexual y, sólo en apariencia, muy experimentado y seguro de sí mismo. Conmueve especialmente descubrir que está basado en una historia real del creador de la serie y un amigo suyo en la universidad. La salud mental y la importancia de hablar de lo que nos pasa, de tener esa familia elegida a la que pedir ayuda cuando haga falta, están en el centro de una serie que, ya digo, combina temas serios con un tono irreverente y tierno a la vez. Una gran serie. 


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