Aquitania

 

Aquitania, de Eva García Sáenz de Urturi, cumple con las dos principales funciones de las novelas históricas: es muy entretenida, porque la obra tiene forma de thriller, y además despierta el interés del lector por momentos o personajes históricos de los que puede que hasta entonces no supiera gran cosa y de los que, al terminar el libro, quiere saberlo todo. A mí al menos me ocurre exactamente eso con esta obra, ganadora del Premio Planeta del año pasado. Quiero saberlo todo sobre Leonor de Aquitania, esa mujer fascinante, duquesa de Aquitania desde muy joven, reina consorte de Francia, primero, y de Inglaterra, después. 
Esas ganas de saber más sobre Leonor de Aquitania y sobre su época, el siglo XII, se acrecientan con la magnífica bibliografía comentada que incluye la autora la final de la novela. No es frecuente ese nivel de detalle, no ya a la hora de enumerar las obras consultadas para la documentación del libro, sino también porque la autora incluye detalles sobre dónde encontró esos libros, los viajes que hizo para preparar la novela, lo que buscaba en cada uno de esos libros consultados o para qué les sirvió. Esas páginas finales son una auténtica delicia, un broche excepcional a la novela, que se convierte en recomendación de lectura, ya que abre mil y una puertas, pero también como guía de viaje, incluso, ya que a uno le entran unas ganas locas de recorrer esas librerías de viejo que menciona la autora. 

Como cuenta la propia García Sáenz de Urturi en esas páginas finales, la vida de Leonor de Aquitania fue tan asombrosa y tan larga para lo que era habitual en esa época que optó por narrar sólo algunos pasajes de la misma. El libro comienza con la noticia de la muerte de la madre de Leonor en Santiago de Compostela, donde había acudido peregrinando en el camino. Muere en extrañas circunstancias y tanto la propia Leonor, duquesa de Aquitania, como su tío, Raimundo de Poitiers, con quien al parecer mantuvo una relación sentimental, buscarán saber quién está detrás de esa muerte. Para ello, Leonor se convierte en reina consorte de Francia tras casarse con Luis VII, en la novela, Luy, que se convierte en rey el mismo año del matrimonio, ante la muerte, también sospechosa, de su padre. 

La obra, que va dando saltos temporales e incluye algunos pasajes del pasado de los personajes, se centra en esa investigación de Leonor y en su complicada adaptación a la corte parisina, donde es recibida como una extraña, una extranjera de Aquitania. El libro convierte en apasionantes personajes de ficción a los principales protagonistas de aquel tiempo en Francia. El personaje de Leonor, desde luego, es el central, pero también hay otros realmente interesantes y complejos, llenos de aristas, como el del propio Luy, marido de Leonor, que la autora retrata como una persona de alta sensibilidad. 

El hecho de que la obra se centre sólo en unos pocos años de la vida de Leonor de Aquitania abre la puerta a que la autora decida regresar a esta historia en algún momento, aunque no sean sus planes más inmediatos. Si es así, sin duda, seremos muchos los que lo celebraríamos con entusiasmo. 

Comentarios