Todo apuntaba a que la Real Federación Española de Ciclismo iba a anunciar esta semana a Alberto Contador su propuesta de sanción de un año por su positivo por clembuterol en la pasada edición del Tour de Francia y los pronósticos se han cumplido. De este modo, el ciclista español confirmó ayer que se la ha propuesto esta sanción de un año que le permitiría, aunque eso sea lo de menos, correr la Vuelta Ciclista a España de este año. Digo que es lo de menos porque ahora lo que más le importa al corredor es poder demostrar su inocencia y ya dijo el ciclista que no toleraría ninguna sanción, por lo que es lógico pensar que en la rueda de prensa que dará mañana se mantendrá firme en esta postura y anunciará su intención de seguir batallando por su honor y por su buen nombre puesto en duda por este caso. Alberto Contador explicó su versión de los hechos cuando salió a la luz pública este asunto que ha centrado, irremediablemente, todo la atención de los medios de comunicación en lo que al ciclismo se refiere. Todos estaban esperando una resolución al caso. Para la definitiva habrá que esperar, pero parece que se va viendo ya un final para este asunto, un final que dista mucho de ser el deseado por el ciclista y por los seguidores que le creemos.
Algunos medios de comunicación adelantaron al comienzo de esta semana que la sanción para Contador sería de un año y ayer se confirmó de forma extraoficial (pues la RFEC sólo le comunicó la propuesta al ciclista) esta posible sanción. Ahora se abre un plazo de alegaciones que, a buen seguro, tratarán de aprovechar los abogados del ciclista para intentar reducir a la mínima expresión la sanción. Por otro lado, se da ya por hecho que si ésta es la sanción que le impone finalmente la RFEC, tanto la AMA (para intentar que la sanción sea mayor) como el propio Alberto Contador (para reducirla) podrían presentar un recurso al TAs porque a ninguna de las dos partes (y aún no sabemos lo que haría la UCI, cuidadito con estos tipos de la UCI) le convencería esta propuesta de sanción. Así las cosas, lo único cierto es que la expectación es máxima por escuchar las palabras de Alberto Contador en la rueda de prensa de mañana en Mallorca donde se encuentra con su equipo trabajando para esta temporada ciclista que acaba de echar a andar. Será mañana a las 16 horas y todos los ojos estarán pendientes del hotel en el que el ciclista español dará a conocer sus impresiones después de recibir esta propuesta de un año de sanción que le impodría la RFEC.
Aún no he dicho uno de los aspectos más dolorosos de esta posible sanción: Alberto Contador perdería el Tour de Francia que ganó el año pasado. Perdería así en los despachos un Tour que disputó y luchó en las carreteras galas. Si se le quita a Contador el Tour, Andy Schleck tendrá así (meses después de que acabara la carrera) su primera gran carrera. Estoy convencido de que a nadie le gusta ganar así un Tour ni ninguna otra carrera. Samuel Sánchez, por su parte, ascendería hasta la tercera plaza del podio, y en este caso sí que estoy convencido de que no le hara ninguna gracia el modo en el que lo hará. De todos modos, no daremos por perdida esta batalla. Y eso es lo que espero de Contador. Si el cree en su inocencia, debe luchar por demostrarla y no rendirse a las primeras de cambio. Él tiene que estar sufriendo lo que no está en los escritos con todo este proceso, pero tiene que sacar fuerzas de donde aún queden para intentar demostrar que él no es culpable de nada ilegal. Hay muchas cosas en juego, una de ellas, su honorabilidad. También la credibilidad del ciclismo porque, aunque sea como sea esta sanción va a tener su lado turbio y oscuro y no va a ser nada clara (si es culpable, ¿por qué no dos años como a todo el mundo?), lo cierto es que mucha gente asociará una vez más el dopaje con el ciclismo.
Poco importarán los informes científicos que demuestren que el clembuterol en esas cantidades no es para nada eficaz en pos de mejorar el rendimiento. Para nada servirá la palabra del ciclista, y es que hace tiempo que nadie se cree (y esto es muy injusto, pues pagan justos por pecadores) a los ciclistas. De nada valdrá que muchos tengamos la convicción de que Contador nunca se ha dopado. Lo que quedará al final, y siento mucho que así sea, es que Contador se ha dopado. Lo que quedará es que el mejor ciclista del mundo está bajo sospecha. Lo que quedará es que el ciclismo es un deporte sucio. A mí, como aficionado a este bello deporte, me duele mucho todo esto, pero tengo claro que una sanción a Contador no va a hundir al ciclismo (nada ni nadie logrará nunca tal cosa) pero sí le va a volver a colocar en tiempos de dudas y de zozobra. Vendrán momentos duros para todos los que, de un modo u otro, estén ligados a este deporte tan maravilloso y tan maltratado por algunos. El dopaje es una lacra de este deporte (y no sólo de éste) que debe ser combatida, pero no puede caer un inocente para tratar de demostrar que somos los más limpios, los más escrupulosos con las normas y los que con más fuerza atacamos el dopaje.
Contador comparecerá mañana y será interesante volver a escucharle. A ver qué dice y cuáles son las medidas que va tomar a partir de ahora, los pasos que va a dar el ciclista español y todo su equipo de abogados en este caso. Ayer fue un dia triste para el ciclismo y también para Alberto Contador. Ojalá mañana sea un día en el que podamos seguir confiando en Contador y, sobre todo, ojalá podamos seguir creyendo que se hace justicia en el ciclismo. Confío en que el corredor defienda de nuevo que es inocente y anuncie que va a dar la batalla hasta el final para intentar demostrarlo. Es lo que necesitamos de forma imperiosa todos los aficionados que sí le creemos. En los comentarios a las noticias sobre Contador, no nos vamos a engañar, también hay mucha gente que opina que el ciclista español se ha dopado. Será gente que no cree en la presunción de inocencia y personas a las que no les convence la historia del solomillo. Es muy respetable que haya personas que defiendan esta postura, como estamos otros que defendemos a Contador y que le defenderemos siempre que él nos muestre su plena confianza en que es inocente. Si él está tan seguro de que no ha hecho nada malo, debemos creerle, al menos podemos creerle. Y yo le creo.
El hecho de que Contador pueda correr (si finalmente se le aplica una sanción de un año) la Vuelta Ciclista a España de este año, es una cuestión menor. Los organizadores ya han dicho que recibirían al ciclista con los brazoa abiertos. Sería la reaparición del mejor corredor del mundo y sería en casa. Pero creo que a Contador lo que de verdad le importa es que se sepa la verdad y que no se le juzgue culpable de algo que no ha hecho. Me sorprendería mucho que el ciclista español estuviera pensando en su regreso a la Vuelta de este año, porque eso significaría que se resigna a recibir la sanción de un año. Considero que Contador no está ahora pensando en eso, sino en que se haga justicia. Mañana saldremos de dudas sobre lo que piensa Alberto Contador en esa rueda de prensa que será, a buen seguro, multitudinaria y de la que esperamos que salga una declaración del ciclista en la que hable de que es inocente y en la que afirme que va a seguir luchando por demostrarlo. Eso es lo que esperamos de él. Eso y también mandarle mucho ánimo en estos momentos tan delicados que le han tocado vivir. Él sabe que no está sólo y que mucha gente le apoya ante este proceso. Deseo de todo corazón que al final esto sea un mal recuerdo para el ciclista, sólo eso.
Mañana, por lo tanto, conoceremos la opinión de Alberto Contador sobre esta propuesta de sanción. Será entonces cuando volvamos a escuchar al ciclista después de un largo tiempo de silencio en el que él se ha dedicado a entrenar con sus nuevos compañeros y quizás a tratar de llevar una dinámica normal olvidando un poco todo lo que pesa sobre él en este momento. Donde queremos ver a Contador es en las carreteras dando espectáculo. Verle dando una rueda de prensa por un asunto de presunto dopaje es una muy mala señal. Mucho ánimo para Contador. Que sepa que muchos le seguiremos esperando y que le deseamos lo mejor: que se haga justicia en su caso.
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