¿Quién se ríe ahora?

 

La sociedad está cambiando y, con ella, el humor. Es algo que no parece tan difícil de entender, aunque hay a quien le cuesta. Tiene algo de justicia poética que sea precisamente en un especial navideño de RTVE Play en el que se reflexione sobre el humor rancio con el que, en esos mismos especiales navideños de la tele pública, la sociedad española se reía de las mujeres, los gitanos, las personas con discapacidad o las personas LGTBI. El canal online de TVE estrenó la semana pasada el especial ¿Quién se ríe ahora?, en el que doce nuevas voces de la comedia debaten sobre el cambio de paradigma en el humor en los últimos años. 


Me ha encantado el programa, cuya mera existencia demuestra que, en efecto, algo está cambiando para bien.  Inés Hernand, Carolina Iglesias, Victoria Martín, Andrea Compton y Henar Álvarez se reúnen para cenar y charlar sobre la comedia y comentar sketchs viejunos que se reían de las minorías y, en especial, de una mitad entera de la población, las mujeres. Además de aquellas cinco humoristas, también participan en el programa, a través de entrevistas,  Bob Pop, Nerea Pérez de las Heras, Asaari Bibang, Perra de Satán, Esnórquel, LalaChus y Ger. En total, 12 personas que han dado la campana este año. Campanada que incluye un éxito arrollador en las redes sociales de muchos de ellos y también, por ejemplo, un Ondas para el podcast Estirando el chicle, de Carolina Iglesias y Victoria Martín. 

El programa incluye algunas bromas del archivo de la propia TVE, más con intención de demostrar lo que ha cambiado la sociedad y, con ella, el humor, que con afán de meter el dedo en el ojo a nadie o censurar lo que se hacía hace años. Se trata de entender que durante mucho tiempo se hacía humor a costa de ridiculizar a las mujeres o menospreciar a los inmigrantes. Esos vídeos dan pie a reflexiones interesantes, como cuando se afirma que cada vez ha llegado más gente a reírse desde su punto de vista, voces que antes eran marginales y que, poco a poco, se están incorporando a los medios tradicionales, aunque no sin dificultades, porque son las redes sociales las que han propiciado el éxito de estas nuevas voces. 

Hasta hace no tanto, la única presencia de las personas LGTBI en  los chistes eran para reírse de ellas. El programa muestra toda clase de chistes sobre discapacidad, machismo o violencia machista. Sabía que Martes y Trece había hecho alguna broma sobre el maltrato, pero sinceramente pensaba que sólo había sido una, no que hubiera sido un argumento tan recurrente en sus sketchs. No todo es negativo, porque también se pone como ejemplo de apropiación de los insultos y de celebración de la diferencia el sketch Maricón de España, de Martes y Trece. 

Victoria Martín responde al clásico argumento de quienes se quejan del paso del tiempo, eso de "ya no se puede decir nada", con contundencia y claridad: "es que lo has dicho ya todo". "Y por fin, cariño, yo te puedo contestar", añade Henar Álvarez. Impecables. Las protagonistas del programa también debaten sobre algunas declaraciones machistas, como cuando Florentino Fernández vino a decir que si no hay mujeres humoristas es porque no tienen gracia o cuando desde La Chocita del Loro se dijo que el humor femenino era victimista y feminista (algo, al parecer, horrible para los gestores de esa sala). La realidad, como también se comenta en el programa, es que el público les ha dado la razón. Estas nuevas voces llenan teatros, el público les ha dado la razón. Porque no hay nada de malo ni nada que temer ante la apertura del humor a otras realidades. Porque ya va siendo hora de que nos riamos todos. 

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