Huelga general

La octava huelga general de la democracia está en marcha. Se dice que es estas jornadas de protesta son cruciales las primeras horas. Pues bien, división de opiniones y datos muy distintos según a quien se pregunte, como es habitual. Los sindicatos hablan de un seguimiento masivo en los primeros turnos de trabajo. UGT y CC.OO aseguran que el seguimiento de la huelga en los primeros turnos en los sectores de la siderurgía, la construcción, la química, el automóvil y la recogida de basura ha sido de entre el 80 y el 92%. El único dato que ha aportado hasta ahora el gobierno que suele ser utilizado para calibrar el seguimiento de la huelga es el del consumo de electricidad. Según Red Eléctrica, el consumo ha sido hasta las ocho de la mañana del 88,6% de lo habitual en un día de diario. Esto quiere decir que es un descenso del consumo del 11,4%, cuatro puntos menos que en la huelga general del 29-M.
 
El seguimiento parece numeroso en el sector de la industria y hay importantes fábricas paradas como las de Nissan, Opel y Sean en Cataluña o la de Volkswagen en Navarra. El próximo punto de interés para medir el éxito o fracaso de la jornada de huelga estará en los comercios, que abren cuando escribo estas líneas, y en el sector público. El principal sindicato de funcionarios, CSIF, no apoya la protesta, pero habrá que ver cuántos trabajadores públicos la secundan. En el transporte aéreo es donde más se notará la huelga, ya que se prevé la cancelación de 700 vuelos.
 
Cristina Díaz, directora general de Política Interior del gobierno, ha hecho la primera valoración oficial de la huelga a las ocho de la mañana en la sede de Interior. Ha destacado que la jornada está transcurriendo "sin grandes alteraciones". No obstante, hay hasta el momento hay 42 detenidos.  Como es habitual en este tipo de jornadas, los piquetes han centrado su acción en estas primeras horas en las cocheras de los autobuses y el resto de transportes públicos (que a esta hora funcionan cumpliendo los servicios mínimos pactados) y en los mercados centrales de las distintas ciudades, donde no ha habido altercados de consideración.
 
Para esta tarde está convocada en Madrid la gran manifestación de esta huelga que partirá desde Atocha a las 18:30 horas. Después, el 15-M y la Coordinadora 25-S, que han secundado esta jornada de protesta, han convocado una nueva concentración en las inmediaciones del Congreso coincidiendo con el pleno en el que se debatirán y aprobarán los Presupuestos Generales del Estado. Tienen intención de permanecer en la calle toda la noche. Hoy no sólo se protesta contra las políticas de ajuste en España, ya que también hay huelga general en Portugal y Chipre y actos de protesta en otros países como Italia o Grecia.
 
Es importante que se respeten todas las opciones personales. Respeto escrupuloso a quienes decidan ejercer su derecho a la huelga, recogido en la Constitución, y a quienes quieran ejercer su derecho al trabajo, también recogido en la Carta Magna. En este sentido, son denunciables tanto las acciones de coacción violenta de algunos piquetes como las presiones y sutiles amenazas con tomar represalias contra quienes hagan huelga de algunos empresarios. Que existir, existen por desgracia ambas situaciones. También sería deseable que se respetara a quienes, haciendo un sacrificio personal, deciden hacer hoy huelga porque creen que es necesario ejercer esta legítima forma de protesta.
 
En este sentido, es muy desagradable ver cómo algunos sectores deciden reducir todo lo que está pasando hoy a una acción de los sindicatos y sus afiliados, como si no hubiera ni una sola persona que haya decdido hacer huelga voluntariamente sin que Toxo o Méndez le hayan puesto una pistola en la cabeza. Porque aunque no se lo crean, sí hay personas que han hecho huelga no para defender a los sindicatos, sino para expresar su descontento con la política económica del gobierno y para reclamar cambios. Dicho esto, puede haber largos y profundos debates sobre el sentido de esta huelga, sobre su oportunidad o sobre la reclamación de un referéndum que suena algo extraña, la verdad.  Pero hay que respetar. Días como hoy muestran hasta qué punto parece que no estamos acostumbrados en España a esa actitud con los que no piensan como nosotros. En uno y otro lado.


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