Día Mundial del Agua

Hoy se celebra el Día Mundial del Agua. Tiene que ser una jornada de concienciación y reflexión porque pocos bienes hay tan necesarios que, sin embargo, valoremos y cuidemos tan poco en ciertos lugares donde damos por hecho que siempre tendremos agua cuando abramos el grifo. Hoy es un día para conocer la realidad del agua en todo el mund, y eso pasa por centrar nuestra mirada en aquellos lugares donde es un bien escaso o, en algún caso, casi inexistente. Según la OMS, 894 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la cantidad mínima de agua para la subsistencia (entre 20 y 50 litros al día). El agua es absolutamente impresncindible en muchas actividades diarias y este año la ONU busca concienciar sobre la cantidad de agua que se necesitan para producir los distintos alimentos. Para producir un kilo de arroz hacen falta entre 1.000 y 3.000 litros de agua, mientras que para un filete de ternera se necesitan 7.000. Es lo que se conoce como huella hídrica de los productos.

Este Día Mundial del Agua llega tras el invierno más seco de las últimas décadas en España, pero sobre todo en un panorama en el que los expertos esperan duras sequías en el futuro próximo en todo el mundo. Todo este en un mundo que cada vez tendrá más habitantes, ya que se calcula que habrá 2.000 millones de personas más en 2050. Son muchos los aspectos en los que debe incidir para un uso más racional del agua y para luchar por acabar con las pésimas condiciones de vida de muchas personas que siguen sin poder acceder a agua potable. La semana pasada se celebró en Marsella el VI Foro Mundial del Agua. Allí se habló del acceso universal al agua potable, reconocido como derecho humano por la ONU en 2010, pero que no es aún una realidad. Los ecologistas no salieron nada contentos de ese foro y consideran que fue decepcionante y que no ayudará a cambiar la agónica situación en muchos puntos del mundo donde escasea este bien imprescindible para la vida. A diferencia de lo que sucede con otros graves problemas mundiales, en este caso sí se puede decir con claridad que todos podemos hacer algo para aportar nuestra ayuda, que es un tarea de todos los ciudadanos y que no tenemos que esperar a que los gobiernos tomen medidas. Está en nuestras manos hacer un consumo más eficiente y razonable del agua.

Y eso debe partir de la reflexión, la cual es imposible si en los países desarrollados continuamos instalados en la ficción de que el agua llegará a nuestras casas en cuanto abramos el grifo y no tenemos que tener un especial cuidado con ella. Un gran aliado de la falta de concienciación es el desconocimiento de la realidad. Por eso todos debemos conocer hasta qué punto es importante reflexionar sobre un uso racional del agua y hasta qué punto este recurso es imprescindible. Lo sabemos, pero como rara vez nos falta, lo olvidamos con frecuencia. Así sucede que cuando hay cortes de agua por averías en ciudades de países desarrollados que dejan a los ciudadanos sin agua durante un par de días, por ejemplo, tendamos a pensar que esto es el colmo, que es algo inaceptable y que nos resulte muy duro afrontar tan terrible experiencia, cuando más o menos es así como viven día tras día en algunos lugares del mundo. A eso se le llama falta de solidaridad y de concienciación. No sucede así con todo el mundo, por supuesto, pero sí creo que en los países donde tenemos la fortuna de no tener escasez de agua para las necesidades básicas se nos olvida muy a menudo lo importante que es ese recurso y, sobre todo, que en muchos lugares no pueden acceder a él con tanta facilidad y despreocupación.

783 millones de personas en el mundo (el 11% de la población mundial) no tienen acceso a agua potable. Aunque se ha hecho mucho en este sentido, ya que se ha logrado reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable, aún queda mucho trabajo por delante. Y es un trabajo de todos. Un último dato para acabar, que no es un dato, sino una tragedia: 1,5 millones de niños mueren cada año por culpa de enfermedades causadas por aguas no potables y contaminadas. Todos tenemos un papel que jugar en esta batalla común por defender el recurso natural imprescindible para la vida que es el agua.

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