Primera reunión entre Merkel y Sarkozy del año

Ahora sí, definitivamente se acabaron las vacaciones de Navidad y regresamos a la normalidad. Había indicios de que así era. Bastaba con mirar el calendario, escuchar en la radio cómo estaban las carreteras de las principales ciudades o escuchar a los niños camino del colegio lamentando no haber tenido apenas tiempo para estrenar los juguetes que les trajeron los Reyes. En fin, todo hacía indicar que hoy empezaba al cien por cien el 2012 y que regresábamos a la normalidad, pero la prueba definitiva de que así es es que Merkel y Sarkozy vuelven a reunirse hoy. Es la mayor demostración de que, en efecto, volvemos a la normalidad. Entre turrones, figuritas de mazapán y roscones de Reyes a alguno quizás se le olvidó que el euro sigue en la cuerda floja, que Europa continúa en una situación delicada y que, en fin, el 2012 será un año decisivo para la UE. Con la reunión de hoy, la canciller alemana y el presidente francés nos recuerdan que todos estos problemas siguen estand ahí. Se acerca una cumbre europea importante (como todas) y los dos mandamases de la UE van a hacer lo que acustumbran, es decir, establecer lo que el resto de líderes europeos, cual palmeros, aprobarán en esa cita.

En fin, la cosa sigue más o menos igual. En Grecia no hay, ni mucho menos, una calma total y, por contra, siguen surgiendo dudas razonables. La tragedia griega no está resuelta, la presión de los mercados sobre Italia continúa y nadie puede afirmar que el euro esté a salvo. El 30 de enero se celebrará la primera cumbre europea del año y allí se habrá de debatir y aprobar el nuevo tratado de la Unión Europea. Ya sabemos que el Reino Unido no lo apoyará y que las posturas de Alemania y Francia no son idénticas en algunos aspectos importantes. La reunión de hoy, además de para contarse cómo les ha ido en estas fiestas, servirá para debatir sobre la tasa en las transacciones financieras y alguna otra cuestión de peso. Tanto Francia como Alemania creen necesario tomar esta medida, pero discrepan sobre el modo de llevarla a cabo. Sarkozy dice que no va a esperar a que haya consenso de todos los países miembros para aplicarla en Francia. Puede que esas prisas tengan mucho que ver con las elecciones presidenciales, puesto que meterse con los bancos despierta, hoy en día, bastantes simpatías entre los votantes. Merkel cree que esta medida no se puede tomar unilateralmente.

La vuelta a la normalidad significa también que los mercados (y el resto de los mortales) estarán pendientes de lo que se debata en Berlín, ya que de ahí saldrá en gran medida el proyecto del nuevo tratado que se debatirá el 30 de enero. El resto de países ya saben que tienen poco que decir. Entre que unos están en posiciones numantinas (Gran Bretaña) que le restan poder en la UE y que otros (España, Italia y demás) no hacen más que acatar órdenes debido a su delicada situación económica, lo cierto es que en Europa manda Merkel. Sarkozy, no nos engañemos, sale en la foto, que ya es bastante, pero dudo que la canciller le haga mucho caso. Así que lo más inteligente si queremos saber lo que pasará en la próxima cumbre es conocer cuáles son las posturas de Merkel. Como este año hay elecciones en Francia, sí cabe la posibilidad de que Sarkozy sustituya sus síes a la todopoderosa canciller por algún no, por aquello de vender en casa la imagen de que su opinión es clave en el futuro de Europa y de que, gracias a su liderazgo, el peso de Francia en la UE es grande.

¿Qué más se debatirá en esta comida en Berlín? No se van a aburrir, desde luego, los dos líderes ya que son muchos los asuntos que deberán tratar. Sarkozy ha anunciado que llevará a esta reunión propuestas para reforzar el crecimiento y la competitividad de la economía europea, algo que se antoja imprescindible en estos momentos en los que la sombra de una nueva recesión acecha sobre la UE. Las nuevas necesidades de capital de las entidades financieras europeas también serán tema de debate en este reunión a dos. Por supuesto, Grecia volverá a estar presente. Según un informe del FMI filtrado a un medio alemán,el organismo ha perdido la fe en que el país heleno pueda hacer frente a su deuda a pesar del segundo plan de rescate. Un último punto que podría ser abordado, aunque muchos intuimos en qué acabará la cosa, es el papel que debe jugar el BCE en esta crisis. Merkel no quiere ni oír hablar de una intervención mayor del Banco Central Europeo. Sarkozy ha hecho unas declaraciones antes de esta reunión en las que decía que todas las instituciones europeas deben asumir sus responsabilidades. Sería una gran sorpresa que Merkel cediera en este punto.

La reunión de hoy en Berlín marca, por tanto, el comienzo de un año duro y complicado para la Unión Europea. Muy probablemente el año del todo o nada para el euro. La directora gerente del FMI, Cristhine Lagarde, declaró ayer que no cree que el 2012 sea el año en el que el euro llegue a su fin. Eso sí, recordó que será un año difícil, algo que no es ninguna novedad. La sensación que sigue quedando en Europa es que ninguna de las medidas tomadas parecen, ni mucho menos, soluciones definitivas. Lo de Grecia no se cierra del todo, las turbulencias en el mercado de deuda pueden regresar en cualquier momento y la UE no podrá seguir dejando para próximas citas las grandes decisiones por mucho tiempo. 2012 será un año clave de nuevo, con la diferencia respecto a 2011 que ha pasado tiempo y eso, cuando los problemas no se resuelven, es sinónimo de que las dificultades aumentan.

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