Más recortes en Portugal
Otro país en una delicada situación económica es Portugal. El país luso fue rescatado por la Unión Europea y desde entonces se suceden más y más recortes sociales. A partir del 1 de enero del 2012, ir a un pediatra de urgencias costará 20 euros. Actualmente la consulta cuesta ya 9,6 euros. Una urgencia básica subirá también su precio hasta los quince euros y una consulta médica normal pasará a suponer 5 euros. Ni las curas simples, uno de los pocos servicios sociales gratuitos que quedaban en Portugal, se han librado del nuevo plan de ajustes y costará cuatro euros. Las personas que cobren alrededor de 600 euros, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos no tendrán que pagar. Además, los pacientes tendrán que pagar por adelantado, es decir, cuando entren en el centro sanitario y no a la salida. El gobierno portugués busca recaudar 100 millones de euros. Las indemnizaciones por despido también bajarán. Pasarán de 30 días por año trabajado a una cifra entre 8 y 12 días. Los sindicatos portugueses ya anuncian movilizaciones en la calle para protestar por estas nuevas medidas de ajuste.
El Banco Central Europea inyecta liquidez en el sector financiero
El Banco Central Europeo realizó el pasado miércoles una subasta sin precedentes que supone prácticamente barra libre para los bancos del continente. Se adjudicaron más de 489.000 millones de euros a medio millar de entidades a un plazo de tres años al 1%. Los expertos consideran que la macro subasta será un bálsamo para los bancos europeos tras este año difícil. La subasta también deja dudas, ya que lo que se pretende con ella es que gran parte de la cantidad adjudicada llegue en forma de crédito a las empresas y las familias. El precedente de la subasta de 2009 demuestra que el 50% de lo adjudicado fue a parar a comprar deuda soberana, por lo que no está claro que esta barra libre de liquidez vaya a traducirse de forma inmediata en un aumento del crédito a las empresas y las familias.
Juicio contra el soldado que filtró los documentos de Wikieleaks
Otro país en una delicada situación económica es Portugal. El país luso fue rescatado por la Unión Europea y desde entonces se suceden más y más recortes sociales. A partir del 1 de enero del 2012, ir a un pediatra de urgencias costará 20 euros. Actualmente la consulta cuesta ya 9,6 euros. Una urgencia básica subirá también su precio hasta los quince euros y una consulta médica normal pasará a suponer 5 euros. Ni las curas simples, uno de los pocos servicios sociales gratuitos que quedaban en Portugal, se han librado del nuevo plan de ajustes y costará cuatro euros. Las personas que cobren alrededor de 600 euros, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos no tendrán que pagar. Además, los pacientes tendrán que pagar por adelantado, es decir, cuando entren en el centro sanitario y no a la salida. El gobierno portugués busca recaudar 100 millones de euros. Las indemnizaciones por despido también bajarán. Pasarán de 30 días por año trabajado a una cifra entre 8 y 12 días. Los sindicatos portugueses ya anuncian movilizaciones en la calle para protestar por estas nuevas medidas de ajuste.
El Banco Central Europea inyecta liquidez en el sector financiero
El Banco Central Europeo realizó el pasado miércoles una subasta sin precedentes que supone prácticamente barra libre para los bancos del continente. Se adjudicaron más de 489.000 millones de euros a medio millar de entidades a un plazo de tres años al 1%. Los expertos consideran que la macro subasta será un bálsamo para los bancos europeos tras este año difícil. La subasta también deja dudas, ya que lo que se pretende con ella es que gran parte de la cantidad adjudicada llegue en forma de crédito a las empresas y las familias. El precedente de la subasta de 2009 demuestra que el 50% de lo adjudicado fue a parar a comprar deuda soberana, por lo que no está claro que esta barra libre de liquidez vaya a traducirse de forma inmediata en un aumento del crédito a las empresas y las familias.
Juicio contra el soldado que filtró los documentos de Wikieleaks
Con la compañía sin actividad y la situación judicial de Julian Assange bastante poco clara, hace unos días comenzó en Estados Unidos el juicio contra Bradley Manning, soldado acusado de filtrar 700.000 documentos a Wikileaks. Fue la mayor filtración de documentos secretos de la historia. La acusación está buscando demostrar desde las primeras sesiones del juicio que la filtración puso en peligro la seguridad nacional. Mannign está acusado de 22 cargos, entre ellos de asistencia al enemigo que se castiga con la pena de muerte. La defensa del soldado se ha limitado a pedir que los 22 cargos se junten en tres, algo que reduciría la pena a 30 años de cárcel. El 16 de enero el juez decidirá si se abre un Consejo de guerra contra él, algo que a día de hoy parece lo más probable. El abogado defensor aseguró en el juicio que el superior de su defendido había escrito antes de las filtraciones al menos tres informes en los que recogía su comportamiento errático y violento. Al parecer en una ocasión Mannign llegó a agredir a un compañero. Algunos soldados compañeros del acusado pidieron en varias ocasiones su suspensión, pero su superior se negó siempre a tomar esa medida. El fiscal del caso defendió que grupo terroristas como Al Quaeda se habían servido de informaciones de Wikileaks para obtener información sobre Estados Unidos y sus misiones de guerra.
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