Enfrentamientos en Libia


Un día más traigo a Libia al blog porque las noticias que llegan desde allí siguen siendo muy preocupantes. Las fuerzas leales a Gadafi y los rebeldes se siguen enfrentando por el control de las principales ciudades. Parece que en las últimas horas el avance de los opositores al régimen se ha frenado en seco, y son las tropas del dictador las que están avanzando hacia posiciones estratégicas. Al Jazzira sacó una información, que recogí en la entrada de ayer, en la que se decía que miembros del gobierno libio habían dialogado con los rebeldes para ofrecer la marcha de Gadafi a cambio de que se respetaran los bienes del mandatario y también de que no se llevara ante los tribunales. También ayer se informó de que los opositores habrían dado un plazo de 72 horas al dictador para que se vaya. Si en ese plazo de tiempo Gadafi deja el poder, no se llevarán a cabo acciones judiciales contra él. Al menos por parte de los rebeldes. Otra cosa es que la comunidad internacional aceptara así por así que las barbaridades que está ordenando Gadafi el Libia contra los rebeldes y contra la población civil quedaran impunes. A pesar de estas informaciones, lo único que se puede asegurar a ciencia cierta es que siguen los combates entre unos y otros. La realidad muestra que ningún acuerdo está cerca, aunque nunca se sabe. Más bien parece que nadie va a ceder.
Otra información importante que hemos conocido hoy es la reunión entre funcionarios de Estados Unidos y miembros de la oposición libia. Según estas noticias, El Cairo y Roma habrían sido los escenarios de estos encuentros que desde el ejecutivo estadounidense se explican como un intento por saber lo que está pasando en aquel país. Los países del mundo siguen sin decidirse a llevar a cabo ningún tipo de intervención en Libia. La opción que sigue sonando con más fuerza es la de establecer una zona de exclusión aérea para evitar los bombardeos de Gadafi contra la población y contra los opositores. Según parece, las autoridades de Estados Unidos también han mantenido contactos, esta vez telefónicos, con miembros del gobierno libio. De este modo, el ministro de Exteriores de Libia, Mussa Kussa, ha hablado con el secretario adjunto de Estado para asuntos de Oriente Próximo, Jeffrey Feltman. Se trató de una breve conversación en la que se pudo conocer, dicen desde el ejecutivo estadounidense, la postura del gobierno de aquel país sobre lo que está pasando en Libia. Estados Unidos también ha querido dejar claro en estas últimas horas que la decisión de la zona de exclusión aérea es una decisión que debería tomar la OTAN.
Sobre los combates y la guerra que se está desarrollando en Libia, Zauiya siguen siendo una de las claves. Al fin y al cabo es la ciudad más importante y más cercana a Trípoli de las que están en manos de los rebeldes. Según informan desde Libia los distintos medios de comunicación, la situación de los opositores a Gadafi en esta ciudad es crítica. Las fuerzas del dictador están intensificando los ataques y los bombardeos en esta localidad y no da la impresión de que se pueda resistir mucho más tiempo este asedio contra Zauiya. Hay fuentes que informan incluso de que está ciudad habría caído ya en manos de las fuerzas leales al dictador libio, algo que no se ha podido confirmar, pero que refleja la difícil situación por la que atraviesan los rebeldes en esta ciudad. Así como la conquista de distintos puntos del país por parte de los contrarios a Gadafi se produjo al comienzo de las revueltas con cierta facilidad, ahora las fuerzas del dictador están mostrando su fortaleza y se puede decir que son ellas las que llevan la iniciativa en la guerra abierta contra lso rebeldes. En todo caso, hay mucha confusión y es muy costoso saber qué está pasando en Libia y la situación exacta en la que se encuentran las distintas ciudades del país que viven los combates.
La crisis humanitaria en las fronteras de Libia con otros países también es algo que preocupa mucho a la comunidad internacional, aunque de momento sigan sin hacer nada para remediar todas las situaciones problemáticas y confictivas que hay en ese país. Son miles de personas las que están en los pasos fronterizos esperando salir del infierno de la guerra, las balas y los bombardeos. La frontera de Libia con Túnez es otro punto caliente en el que está centrada la atención de todos. Un día más hay que recordar que se trata de un asunto muy delicado y que no es nada sencillo tomar decisiones en relación a lo que está pasando en Libia. Pero algo hay que hacer. El mundo está asistiendo como mero espectador a una tragedia de grandes proporciones. Los rebeldes ha pedido que la comunidad internacional no intervenga militarmente en el país. Esta es sólo una de las opciones. Tras el fracaso de la delegación británica a Libia, habrá que tratar de redoblar los esfuerzos para que cesen los combates y conseguir que Gadafi se vaya del poder. No es misión sencilla, todo lo contrario, pero como he escrito en más ocasiones en este mismo espacio, algo hay que hacer. La inacción y el quedarse parado a observar el tiempo pasar no es una opción válida. Es una opción cobarde y poco honesta.
En el momento en que escribo estas líneas, leo en El País que las tropas de Mubarak han atacado por tierra y aire el enclave petrolero de Ras Lanuf. En la información se cuenta que la zona bombardeado contiene depósitos que podrían explotar. Algo parece estar claro: Gadafi no va a dar su brazo a torcer. Según vamos conociendo más lo que están haciendo las fuerzas leales al dictador parece más evidente que la intención del dictador es aplastar la revuelta y acabar con los rebeldes sea como sea. La información de que habría ofrecido su marcha suena poco creíble, al menos no va en consonancia con la intensificación de los ataques contra los rebeldes. Tratándose de un loco peligrosos como el dictador libio, ciertamente nunca se sabe lo que está pensando o planeando, pero sus actos no demuestran nada diferente a sus palabras, esto es, se sigue sintiendo el elegido para gobernar Libia y está dispuesto a cualquier cosa para mantener su poder. En relación a los rebeldes, su intención es que Gadafi se vaya, y muchos están dando su vida en pos de lograr ese objetivo. Como escribía ayer, no da la impresión de que se vaya a acabar pronto esta guerra en Libia. A unos les faltan armas, a otros personas que empuñarlas, pero los dos bandos tienen en menten seguir con los combates hasta el final.
París-Niza. Etapa 3.
La etapa de ayer en la Paríz-Niza presentaba el primer alto más o menos importante, al menos estaba catalogado como de segunda categoría, por lo que resulta una obviedad decir que se esperaba más de lo que finalmente vimos. El puerto de segunda categoría bien podría haber sido de tercera, quizás hubiera resultado más ajustado a la realidad, porque no se veía una gran dureza en la ascensión al mismo. Tal es así que la mayoría de los esprinters, por no decir todos, lograron pasar la subida en el gran grupo, que apenas perdió unidades, y disputarse entre sí la victoria de la etapa. Mathew Goss logró llevarse el gato al agua y vencer en la etapa. El corredor se llevó más premio todavía, ya que es el nuevo líder de la carrera. Eso sí, hoy es problable que ceda el maillot amarillo. José Joaquín Rojas, el español del equipo Movistar, logró entrar a disputar la llegada masiva y quedó en cuarta posición demostrando una vez que puede estar junto a los mejores en este tipo de finales de etapa. Voeckler, quien saltó del pelotón en el puerto y protagonizó un bonito pulso con los equipos de los velocistas que vencieron éstos últimos, y los cinco escapados desde el comienzo de la etapa pusieron el interés y la emoción a una jornada de la que se esperaba algo más. No obstante, queda mucha carrera.
Hoy será más fácil que veamos a los gallos de la París-Niza en acción. Al menos será un primer contacto con una etapa totalmente de montaña. Hasta siete puertos tendrán que subir los corredores en el día de hoy. Tres puertos de segunda y cuatro de tercera siembran de complicaciones montañosas la etapa, aunque es verdad que el último puerto está a 35 kilómetros de la meta. En todo caso, puede que hoy sea más complicado controlar las fugas, y también es probable que veamos por primera vez a los equipos de los favoritos de la carrera, no ya a los equipos de los esprinters, tomando el control del grupo. Es la típica etapa rompepiernas con muchas subidas que pueden deparar un buen espectáculo. Lo mejos está por llegar en esta carrera, pero hoy sí es un día para ver más cosas que las tres etapas anteriores. No es el día en el que veremos una batalla entre los grandes favoritos al triunfo final, pero sí habrá muhos valientes que lo intenten (no hay que olvidar que las distancias en la general son muy pequeñas y que el maillot de líder es una tentación que muchos no querrán dejar escapar), y quién sabe, puede que alguno de los aspirantes a llevarse la carrera tenga que mostrar hoy alguna de sus cartas.

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