Los males de una campaña

En Catuluña están en campaña electoral y ya hemos oído a un candidato decir que Andalucía no paga impuestos ni Dios y hemos visto a otra candidata fulminar en un videojuego a inmigrantes ilegales. Y quedan muchos días de campaña así que las ocurrencias de los políticos pueden llevarnos a cosas aún más raras y descacertadas. Algunos políticos tienen un problema en la campaña: hablan mucho, tienen que hablar mucho en todos los mitines que dan y esto hace que salgan a la luz sus pensamientos. Eso, cuando lo que se piensa es que Andalucía es una especia de paraíso fiscal, o que los inmigrantes son rivales de Cataluña, es un riesgo considerable. El tema es que casi todo lo que se dice en campaña se hace buscando apoyos en las elecciones, es decir, aquello que se hace o dice se debe a la búsqueda de apoyos electorales. Por lo que alguien habrá debido de decirle a Puigcercós que criticar de ese modo a Andalucía (y también a Madrid, lo cual a mi personalmente me resbala bastante) le da votos. Lo de Alicia Sánchez Camacho es quizás más grave y viene de lejos.
Hoy hablaré por lo tanto de la campaña electoral en Cataluña. Empezaré por estas dos grandes polémicas que han llenado los especios informativos en los que se habla de esta campaña, para seguir con el resto de noticias que van generando los políticos que están vendiendo sus proyectos, algunos interesantes. El primero en meter la pata ( o quizás no tanto por aquello de que lo que trata de conseguir son votos) fue el candidato de ERC. Para muchos es un partido algo antisistema que se encuentra mucho más cómodo siendo oposición a lo que sea, criticando a quien sea, que gobernando. Ha estado en el gobierno más de siete años y ahora vuelve por sus fueros. Aunque la tentación de pisar moqueta, como comentaré más adelante, no se ha ido del todo en esta formación. Formación que respeto pero, parece un hecho, formación que casi siempre se está mentiendo en broncas y que tiene la intención de llevar a cabo un reféndum para que Cataluña sea independiente.
El caso es que Puigcercós dijo que a los catalanes se les fríe a impuestos y a investigaciones fiscales, mientras que en Andalucía nadie paga impuestos. El presidente autonómico andaluz dio en el clavo cuando dijo que estas declaraciones reflejaban la ignorancia de quien las había realizado. Este tipo de ideas trasnochadas, estos prejuicios y esta forma de hacerse la víctima son actitudes realmente patéticas. Al día siguiente, en lugar de rectificar o pedir perdón, el candidato de ERC terminó por reafirmase en lo dicho. Las ganas de pisar la moqueta del despacho oficial por parte de ERC no se han ido del todo, como decía, ya que hoy vemos en los medios cómo ERC ha cambiado, de repente, su exigencia para ayudar a Ciu a formar gobierno. Ya no pedirá el referéndum como condición, sino que tan sólo reclamará proteger el catalán y mantener las políticas sociales.
Es quizás el cambio más importante de todos los que se han podido producir en la campaña. De este modo, Ciu tiene otra opción a la hora de pactar para formar gobierno o para poder sacar adelante sus proyectos. Esto contado con que es Ciu el partido que sale con ventaja en esta carrera. Hasta ahora, con ERC, enfrascado en su exigencia de la consulta popular sobre la independencia, el único aliado posible de Ciu era el PP catalán. Ahora la cosa cambia y ERC parece querer arrimarse de nuevo al sol que más calienta. Y éste es Ciu a día de hoy según todas las encuestas. Está claro que ERC ha variado en su estrategia, pues hasta estas declaraciones de Puigcercós parecía que este partido sólo apoyaría a otra formación si ésta aceptaba llevar a cabo una consulta popular por la independencia. Al PP catalán este cambio en la postura de ERC le ha pillado descolocado, con el pie cambiado. Todo su discurso de ser un partido clave tras la cita electoral se puede desvanecer y Ciu podría contar con otra opción para poder llegar al gobierno sin necesidad de pactar con el PP.
Alicia Sánchez Camacho tiene el dudoso honor de ser la candidata que más está metiendo en campaa, y que peor lo está haciendo, le asunto de la inmigración. El videojuego en el que se fulminaban inmigrantes ilegales puede ser sólo un error de la empresa encargada de elaborar este juego (suena raro) o puede ser un ejemplo más de que el PP catalán está decidido a jugar la carta de la inmigración, del miedo al diferente en esta campaña. Está demasiado reciente como para olvidarlo el folleto del PP en el que se asociaba inmigración con delincuencia. Es peligrosa esta deriva del PP catalán. Y más aún lo es el pensar que si adoptan esta posición sobre la inmigración es porque creen que le puede dar votos. No todo vale para lograr obtener apoyos en unas elecciones. Y apelar al racismo y al odio al inmigrante en una campaña resulta muy arriesgado. Te puede dar votos, también te los puede quitar. Pero lo que parece obvio es que desfigura la imagen de partido centrado que el PP trata de dar en en resto de España. Ayer desde el PSOE se acusó al principal partido de la oposición si Cataluña estaba siendo un banco de pruebas en relación e la utilización que están haciendo de este tema en la campaña. Si les sale bien, vinieron a decir, ¿imitarán estrategia en el resto de España?
El asunto de la inmigración debería preocupar y ocupar a los políticos más allá del período de la campaña electoral. Más allá de si da votos mostrarse más o menos intransigente con estas personas que viene a buscar una vida mejor. Pero claro, los políticos no suelen hacer nada sin medir antes si eso que hacen les favorecerá o perjudicará cuando unas elecciones están cerca. Así, si el PP catalán utiliza el tema de la inmigración es porque cree que le puede dar votos. Supongo que restándoselos a Anglada, el líder del partido ultraderechista y racista que pretende entrar en el Parlamento tras estas elecciones. Es peligroso emplear la inmigración como arma arrojadiza en campaña. Desde el PP catalán se están empeñando en demostrar que sobran inmigrantes en esta comunidad autónoma, y en asociarlos con la delincuencia. Es pobre y triste que no tengan otros recursos para tratar de captar votos.
El PSC se juega mucho también en esta campaña. Nunca ha sido el partido más votado, pero pasar de ser quien forma gobierno a perder muchos apoyos y pasar a la oposición de forma clara, es algo que intentan evitar. Y para ello llevan a cabo una actitud algo extraña en relación a sus políticas en la época del tripartito. De este modo, se enorgullece de las políticas sociales, pero reniega de otras como la limitación a 80 kilómetros por hora en la entrada a ciudades como Barcelona, o la política de multas por no rotular en catalán en los establecimientos. Es como si siete años después se hubiera dado cuenta de que su electorado no estaba entendiendo algunas de las cosas que estaban haciendo en el gobierno. Ahora pretenden regresar a su electorado clásico y para ello la primera medida ha sido afirmar que el tripartito no se repetirá. ICV es el único partido de los que estuvo en el gobierno que aprueba toda la obra del tripartito. Es, por cierto, el partido de los que formaban parte del gobierno que menos afectado se vería por el terremoto electoral que PSC y ERC van a sufrir según las encuestas. Esperemos, en todo caso, que las ocurrencias de los políticos como las de ERC o el PP catalán no se repitan, y que se ciñan a exponer sus proyectos y sus promesas sin más. Pero seguro que de aquí al día 29 habrá más polémicas de este tipo. Son los males de una campaña.

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