Elecciones en Estados Unidos

Antes de hablar del tema central de esta entrada, he de comentar el fallecimiento del ex presidente argentino y esposo de la actual presidenta. Ayer murió Néstor Kirchner y el país entero está de luto por la marcha del que fuera su presidente, un político que a pesar de los problemas de salud que venía arrastrando estos últimos tiempos seguía con una actividad frenética. De este modo, continuaba siendo el presidente de su partido, diputado y hubiera sido candidato a la presidencia de Argentina en las próximas elecciones. Autoridades de todo el mundo han mandado ya sus condolencias a la presidenta de Argentina y viuda del fallecido, Cristina Fernández de Kirchner, quien en unas declaraciones realizadas ayer se mostraba muy afectada por la muerte repentina de su esposo. Descanse en paz.
Ahora sí, entro al asunto que quiero abordar con más profundidad en el día de hoy que son las elecciones legislativas en Estados Unidos. Lo cierto es que pintan bastos para los demócratas y Barack Obama podría encontrarse en una situación en la que gobernaría sin tener el control de las cámaras. Lo que se elige el 2 de noviembre en Estados Unidos es de vital importancia para el devenir político en aquel país estos dos años de mandato que le restan a Obama en la Casa Blanca. Así, se renueva la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 37 gobernadores. La Cámara de Representantes tiene en la actualidad 435 miembros, de los cuales 255 son demócratas y 178 republicanos, además de dos vacantes. Se elegirán representantes para los dos próximos años, por lo que es una cita clave para el futuro político de las reformas de Obama y de sus políticas en materia de economía o asuntos sociales.
En el Senado tan solo variará un tercio de los senadores. De los 100 escaños se votarán esta vez 37 y la duración es de ocho años. Actualmente también hay mayoría demócrata en esta Cámara con 57 senadores por 41 republicanos y dos independientes. Las encuestas pronostican que los republicanos darán un vuelco a la actual mayoría demócrata en las dos cámaras, por lo que las informaciones hablan de que los republicanos están a la ofensiva, tratando de ganar en Estados que suelen votar demócrata, mientras que estos últimos están más a la defensiva para poder al menos mantener posiciones. Los sondeos hablan por lo tanto de un panorama tras el 2 de noviembre adverso para el presidente. Es obvio que si los republicanos logran alzarse con la mayoría en estas elecciones, los dos años de mandato que le quedan a Obama se harían muy cuesta arriba para él, pues tendría en las Cámaras una mayoría contraria a sus políticas y a sus distintas medidas.
Una situación parecida vivió George Bush cuando dos años antes de marcharse de la Casa Blanca, los demócratas se hicieron con la mayoría en las Cámaras, poniendo más complicado al entonces presidente sacar adelante sus medidas, y facilitando también el vuelco electoral que llevó a Barack Obama a ganar las elecciones presidenciales hace dos años. El presidente sigue teniendo importantes atribuciones, pero su margen de maniobra queda reducido si el partido rival se hace con la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado. El equipo electoral de los demócratas afirman en las entrevistas que han concedido últimamente a medios españoles que la situación no es tan adversa como vaticinan las encuestas y que el Partido Republicano está divido entre la corriente oficial y el movimiento del Tea Party.
Y ahí está una de las claves de las elecciones del próximo 2 de noviembre en Estados Unidos. El Tea Party, ese movimiento conservador que comenzó como una iniciativa ciudadana y que parece que va a llegar a ser un elemento decisivo para los republicanos en estos comicios y también en los venideros. Hoy distintos medios de comunicación españoles hablan con profundidad de este movimiento y de su fuerza. Según el artículo de Ricard González para el diario El Mundo, 130 candidatos republicanos a la Cámara de Representantes y nueve aspirantes al Senado han sido bendecidos por este movimiento que está siendo el auténtico protagonista de la campaña electoral en Estados Unidos. Las estimaciones hablan de que unos 50 de esos candidatos a la Cámara de Representantes y unos seis de los aspirantes a senadores estarán finalmente en las cámaras estadounidenses.
Los expertos destacan que la capacidad de influencia del Tea Party está creciendo a pasos agigantados, y el 2 de noviembre es el día clave para conocer hasta qué punto serán o no tan decisivos los representantes de esta corriente dentro del Partido Republicano, pero más ciudadana que política, que abandera Sarah Palin. Una encuesta de la cadena ABC revela que un 54% de los ciudadanos estadounidenses considera que la aparición del Tea Party ha sido algo positivo y bueno para el país. Aún es más clara otra encuesta, ésta de la CNN en la que un 50% de los encuestados aseguran que es más probable que voten a un candidato que reciba el apoyo del Tea Party. Un 37% opina lo mismo de un candidato que reciba el apoyo del mismímo presidente Obama. Es decir, según esta encuesta a pocos días de las elecciones tiene más tirón electoral el Tea Party que el propio presidente de los Estados Unidos.
Obama se ha desgastado debido a la crisis económica y también ha sido muy criticado desde sectores conservadores por alguna de sus medidas como la ley sanitaria que amplia la protección médica a personas que antes de esta reforma legisltativa no podía contar con ella por falta de recursos económicos. En las encuestas el nivel de apoyo de Obama va bajando poco a poco, y las perspectivas del Partido Republicano, por contra, crecen. Estos sondeos indican que la Cámara de Representantes volvería a estar bajo control de los republicanos, y que incluso se podría dar el caso de que la mayoría en el Senado también fuera para este partido. Seguiré con atención estas elecciones pues son muy importantes para el futuro político de Estados Unidos.

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