Zapatero y el paro

No acostumbro a opinar sobre política en este blog y los que lo sigan así lo sabrán, pero hoy haré una excepción. Si habitualmente me limito a dar información sobre las noticias políticas sin aportar mi opinión, hoy si daré mi punto de vista sobre algunos de los asuntos más destacados en la actualidad política nacional. Esta pasa todavía por las desafortunadas palabras del presidente del gobierno en al cumbre de Oslo sobre el empleo, y también por el Debate sobre el Estado de la Región en Madrid con Esperanza Aguirre dispuesta a recortar el número de liberados sindicales en la Comunidad. Además ayer conocimos que iba a haber un recorte de entre el 7% y el 9% del presupuesto de la Casa del Rey en este próximo año.
Empezaré con las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero en la cumbre sobre el empleo en Oslo donde parecía que nos habían llevado junto a Grecia como ejemplo de los que no hay que hacer, como muestra de los países en los que el paro afecta más a la población al lado de otros en los que las tasas de desempleo están en torno al 5%. Pero el presidente español se propuso que esto no fuera así y para ello se dedicó a hacer una serie de declaraciones que debieron dejar helados a los asistentes a la cumbre, y que ciertamente han sentando mal entre la población española, especialmente entre los afectados por la lacra del paro.
Dos son las perlas que soltó el presidente. Uno no sabe si eran premetidas o si es una ocurrencia de esas a las que los gobernantes nos tienen tan acostumbrados, y tampoco sabe uno qué es peor. El caso es que Zapatero lo dijo. Declaró que España es un buen laboratorio en la lucha contra el desempleo, y que los trabajadores que están haciendo cursos de formación (en otros tiempos parados), están trabajando por el país. No es una cuestión de voluntiarismo ni de optimismo, qué va, se trata de un intento burdo por maquillar las cifras del paro en nuestro país. Así todos los desempleados que estén haciendo un curso de formación (y cada vez serán más los parados que los hagan ya que debido a la reforma laboral se reduce el tiempo que pueden dejar pasar los desempleados sin aceptar uno), están trabajando por el país. No es idealismo, del que por otro lado anda sobrado el presidente, sino ganas de liar y de engañar a la gente, pero los parados que están haciendo un curso de formación saben perefectamente cuál es su situación. Y no es la que dice Zapatero.
La culpa de la crisis económica que vivimos no es culpa del presidente del gobierno. Todos sabemos que con la glogalización cada vez tienen más peso los mercados internacionales en la política económica de los Estados. Pero una cosa es no ser culpable de una situación, y otra es no ser responsable de gestionar adecuadamente esta situación por mucho que te venga dada. Y es ahí, en al gestión de la crisis, donde se puede calificar de insuficiente la labor del gobierno con Zapatero a la cabeza. Se ha reaccionado tarde, muy tarde. Nadie olvida como el gobierno negaba una y otra vez la crisis, como iba un paso por detrás en el análisis de la situación. Primero para que esta no le afectara en sus expectativas electorales en 2008, y después para que no nos dieramos cuenta de que no nos habían contado la verdad.
No es este un alegato en favor de la política económica del PP, entre otras cosas porque desconozco cuál es esa política. La obligación de la oposición es ser crítica con el gobierno, pero tan importante como eso, quizás mucho más aún, es plantear alternativas. Y el PP no lo está haciendo. Oponerse a todo no es una alternativa, ahora que sabemos lo que el principal partido de la oposición no haría, conviene saber lo que haría si llegara al gobierno, conocer ese paquete de propuestas que tan a bombo y platillo se anunció hace tiempo y del que a día de hoy seguimos sin saber absolutamente nada. Lo que está claro, volviendo al presidente Zapatero y a sus palabras en Oslo, es que no se puede hablar de esa forma porque es casi insultar a la inteligencia de los que le estaban escuchando y de los ciudadanos españoles. Si Zapatero dice esto para tratar de desvirtuar la realidad, malo; pero si lo dice porque de verdad él se lo cree, porque de verdad piensa que es cierto todo lo que dijo el lunes, entonces malo, pero que muy malo.
Sobre Esperanza Aguirre, parece claro que la presidenta de la Comunidad de Madrid no pierde nunca la ocasión de aprovechar las oprtunidades que se le presentar para que los focos centren su atención en ella. Que la sociedad entera elogia al profesor Neira por su acto heróico de defender a una mujer maltratada, pues le da un puesto en su gobierno; que la sociedad está debatiendo sobre los sindicatos porque se acerca la huelga general, pues ella propone reducir el número de liberados sindicales. Esa es su medida estrella del Debate sobre el Estado de la Región: reducir el número de liberados sindicales. Para el PSOE se trata de un ataque a los trabajadores propio de la derecha más radical. Habrá que debatirlo pero si algo no se discute es el oprtunismo de Aguirre. No es precisamente una gran virtud.
Sobre la primera jornada del debate, PSOE e IU, únicos dos partidos de la oposición en Madrid, criticaron las palabras de Aguirre. Tomás Gómez, que aunque no es diputado asisitió a la sesión, dijo que era un discurso el de la presidenta de "despedida" y que "carecía de esperanza". Desde IU se criticó que no se mencionaran los cientos de miles de parados de la comunidad. El debate sigue hoy y tiene importante valor por ser el último antes de las elecciones autonómicas del próximo año.
Acabo con la noticia que ayer conocíamos sobre la Casa Real española cuyo presupuesto para el año próximo se va a ver reducido. Parece lógico que en época de crisis todo el mundo se aprete el conturón aunque los monarcas no van a tener apuros que se diga. Hoy un diario informa de que la Casa Real española es la más barata de todas las de Europa, de todas la sque resisten al paso del tiempo. Es normal que se reduzca el presupesto pues una imagen de ostentanción por parte de la Familia Real no sería muy bien entendido por la sociedad española.

Comentarios