¡Qué espectáculo!

A veces pienso que me ciega la pasión que siento por el ciclismo, pero en realidad y siendo lo más objetivo posible considero que la etapa de ayer en la Vuelta Ciclista a España fue una jornada excepcional de ciclismo del bueno. Fue uno de esos días que hacen grande a este deporte, y no se me ocurre mejor homenaje del mundo de la bicicleta al bicampeón del Tour de Francia Laurent Fignon fallecido ayer tras una larga enfermedad. El ciclismo está de luto y ayer nos ofreció un día maravilloso para dedicárselo a la memoria de este gran corredor.
En primer lugar hay que felicitar a los organizadores de la carrera por el recorrido que han seleccionado para la edición de este año. Es de una dureza extrema y muy atractivo para el espectador. Con el final de antes de ayer y con el de ayer en Valdepeñas de Jaén lograron romper la monotonía que en las carreras de tres semanas suelen dejar los primeros días de competición: fuga con poco futuro y volata final. Siguiendo la estela del Giro de Italia, que nunca tiene una primera semana totalmente plana, los organizadores de la Vuelta han querido poner espectáculo del bueno desde el principio de la competición y se agradece mucho que así sea.
Ayer se subió un puerto de segunda categoría pero las grandes emociones de la etapa llegaron con los mil ochocientos metros finales en el pueblo Valdepeñas de Jaén. Unas rampas de hasta el 24% pusieron el escenario perfecto para disfrutar de un final de etapa extraordinario, pero los actores debían estar a la altura y vaya si lo estuvieron. En el ascenso al puerto de segunda categoría el equipo ruso del español Joaquim Rodríguez (muy crítico consigo mismo en la finalización de la etapa por no llevarse la misma y por no alcanzar el liderato) puso una marcha infernal que dejó al pelotón en un reducido grupo de 25 unidades.
El Katusha trabajó muy duro para su líder y logró que muy pocos corredores aguantaran su ritmo. Hasta Carlos Sastre, un consumado escalador aunque parece que no ha empezado al Vuelta a tope, perdió contacto con el grupo. Tampoco le fue mejor, todo lo contrario, a Andy Schleck que no llega a la ronda española con buenas piernas y que tratará de ayudar a su hermano en las grandes etapas de montaña que quedan por delante en la Vuelta. Frank sí está con fuerzas y puede ser, sigue siendo de hecho, uno de los favoritos a llevarse el triunfo final en Madrid.
Aunque si un corredor extranjero parece ahora el más fuerte de la carrera ese es sin duda Vincenzo Nibalo, el italiano del conjunto Liquigas. Ayer fue segundo en la etapa y ya está muy bien situado en la general. Con todo el gran protagonista de la jornda de ayer fue Igor Antón, vencedor de la etapa. En unas declaraciones previas a la etapa de ayer, el líder del Euskaltel Euskadi en esta Vuelta ciclista a España afirmaba que lo que él buscaba, sin descartar hacer una buena general, era una victoria de etapa. Lo ha logrado y de forma brillante con un ataque muy explosivo que nadie puedo seguir, aunque Nibali se quedó a un solo segundo del corredor del conjunto vasco.
Es la primera victoria de etapa para los españoles y para aquellos que pensaran que no nos ibamos a comer una rosca por la ausencia de Alberto Contador y Samuel Sánchez, es un mensaje claro de que el ciclismo español va más allá de las grandes figuras. Igor Antón es un corredorazo, un ciclista maravilloso que en 2008 se cayó en la Vuelta, una vuelta a a que llegaba con mucha ilusión y ya esta totalmente recuperado de esa caída. Se merecía el triunfo de ayer y lo logró. Enhorabuena.
Queda mucha Vuelta ciclista a España por delante, prácticamente toda, y los españoles Joaquim Rodríguz e Igor Antón están segundo y tercero en la clasificación general. Ezequiel Mosquera, del que espero mucho en esta carrera es décimo. El fin de semana llegará la alta montaña y el espectáculo no ha hecho más que comenzar. Vamos a disfrutar de lo lindo en esta Vuelta. Que así sea.

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