Eliminados a golpe de triples

La última jugada del partido de cuartos de final del Mundial de baloncesto de ayer entre Serbia y España resume a la perfección lo que sucedió a lo largo del choque. A Serbia le quedaban 26 segundos de posesión y el partido marchaba empatado a 89 puntos, era de prever que el conjunto plavi iba a agotar la posesión para lanzar al final dejando poco tiempo al combinado español. Así fue, pero lo que no era tan esperado es que Teodosic marcara un triple casi desde el centro del campo. 92-89, y partido sentenciado. España aún tuvo una última oportunidad mas perdió el balón y se acabó lo que se daba.
Hasta quince triples marcaron los serbios en el partido de ayer con un elevado porcentaje de acierto desde la línea de 6,25. España jugó un buen partido, por más que ahora lo fácil sea decir lo contrario. Es cierto que en defensa no estuvimos muy finos, sobre todo en los dos primeros cuartos en los que Serbia anotó 49 puntos. De ocho nos fuimos perdiendo al descanso y no pintaba muy bien el partido, sobre todo debido al gran acierto anotador de los serbios. España se repuso en la segunda parte y jugó los que quizás sean sus mejores minutos, quitando el partido ante Grecia, de este campeonato.
Los dos últimos cuartos nos dejaron un gran espectáculo, baloncesto en estado puro. Juan Carlos Navarro estuvo genial como de costumbre, y fue muy bien secundado por la mayoría del resto de jugadores aunque alguno no haya dado en el Mundial el nivel que de ellos se esperaba. Los serbios seguían anotando con cierta facilidad, pero no era ya la sangría de la primera parte, y España mejoraba por momentos y aguantaba a las mil maravillas el tirón del conjunto plavi. El partido estuvo muy igualado y la prueba de ello es que pudimos irnos a una prórroga que España no logró forzar tras el tremendo triple de Teodosic.
Nada más acabar el partido Jorge Garbajosa dijo que era muy triste acabar así, y el seleccionador Sergio Scariolo declaró que hay que mirar hacia adelante, al futuro y de este modo realizar un digno final de Mundial en la lucha por el quinto puesto que es lo que nos queda ahora tras la derrota de ayer. El sabor agrio que nos deja el partido no se borrará con dos grandes choques que nos situen en el quinto puesto mundial. Quien llega a un campeonato del Mundo a defender título no puede conformarse con quedar quinto, pero no deberíamos ser muy duros con este grupo de jugadores que sin Pau Gasol y José Manuel Calderón se han defendido bien, aunque no han hecho el torneo esperado.
La tranquilidad debe reinar ahora entre los aficionados y también dentro de la propia Federación Española de Baloncesto (FEB). Su presidente José Luis Saéz decidirá si debe o no continuar en el cargo de seleccionador Sergio Scariolo. No hay que olvidar que con él logramos el Europeo. Se decida lo que se decida debemos estar siempre con este grupo que antas alegrías nos ha dado desde que que hace cuatro años se proclamara campeón de mundo y logrará la fiebre por el ba-lon-ces-to, que diría Pepu Hernández. Ahora a seguir lo que nos queda de torneo, la lucha por el quinto puesto, y a ver si alguien es capaz de hacer lo que nostros hubiéramos deseado llevar a cabo: enfrentarnos de tú a tú con Estados Unidos.
Y del basket paso a la Vuelta Ciclista a España ya que ayer vivmos una de las mejores jornadas, si no la mejor, de todas cuantas hemos visto en lo que va de carrera. La llegada en alto en Andorra nos dejo la subida al primer gran puerto de la ronda española y no defraudó la etapa. Primero con la fuga clásica que no llegó a su destino, después con intentos de ataque como el de un muy activo Fofonov del Astana y el de Goméz Marchante del Andalucía Cajasur.
En la lucha por la general, la gran atracción de los kilómetros previos a la asensión del puerto fue el gran trabajo que realizó el equipo Rabobank para su líder Dennis Menchov. Todos pensábamos que el ruso estaba fuerte y que se iba a intentar meter en la pomada, y nadie dice que no fuera esa su intención (si no, no hubiera tirado tanto tiempo su equipo del pelotón), pero no encontró la forma y se despedió ayer de la general de la Vuelta. Era uno de los grandes favoritos cuando se tomó la salida en Sevilla pero poco a poco se ha ido desinflando su candidatura a la victoria final de la carrera.
Quien desató las hostilidades en el grupo de favoritos fue un valiente Ezequiel Mosquera. Tras él solo marcharon el líder, Joaquim Rodríguez y Vincenzo Nibali. Mosquera seguía tirando de ese grupo hasta que fue dejando a sus dos acampañantes. Por detrás venía Igor Antón que estaba muy atrasado en el grupo en el momento del ataque y al que el movimiento inicial de Mosquera le pilló por sorpresa. El corredor del Xacobeo Galicia siguió las indicaciones de su director de equipo, Álvaro Pino, quien le animaba desde el coche a poner un ritmo infernal que ningún otro coredor pudiera seguir. Y así fue, hasta que llegó Antón.
El líder en esta Vuelta del Euskatel Euskadi es, en lo que llevamos de carrera, el más fuerte con mucha diferencia. Le fue recortando tiempo a Ezequiel Mosquera hasta que le sobrepasó y se marchó a por la victoria de etapa y el maillot rojo de líder que sólo un día después volvía a recaer sobre su espalda. Purito Rodríguez perdió un minuto, pero sigue bien situado en la general. Algo menos, 25 segundos, cedió Nibali quien también continúa siendo una amenaza en la clasificación. El que se mete de lleno en la lucha por la Vuelta es Mosquera, que ayer andó como un tiro y que está ya quinto a 1:29.
El segundo clasificado es Nibali a 44 segundos, seguido de un gran Xavier Tondo a 1:04, y de Joaquim Rodríguez a 1:17. Por detrás está un trío de Caisse d´epargné, Bruseghin, Plaza y Rigoberto Urán, y décimo Frank Schleck, quien ya no cuenta con su hermano en la Vuelta debido a sus juegas nocturnas, motivo por el cual fue expulsado del equipo. Qué falta de respeto a sus compañeros, a la marca que le paga y a la carrera. Una carrera que sin Andy (aunque corriera no es que estuviera muy fino que se diga), no pieder un ápice de interés y de aliciente. Este domingo los Lagos de Covadonga. La Vuelta, como dice el eslogan de este año, está al rojo vivo.

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