Aprobada la reforma laboral

Ayer por la mañana, mientras un Congreso en algunos momentos parcialmente vacío debatía y terminaba de aprobar la reforma laboral, los sindicatos reunían a más de 15.000 delegados sindicales en el Palacio de Vistalegre de Madrid para hablaro sobre la huelga general del 29 se septiembre, huelga que llega, entre otras razones, por esta modificación del mercado de trabajo que los sindicatos califican como "la más lesiva" en toda la historia de la democracia en nuestro país.
El gobierno socialista lograba el apoyo del PNV a esta propuesta, mejor dicho, lograba que el Partido Nacionalista Vasco no votara en contra sino que se abstuviera en la votación. El ejecutivo lleva mucho tiempo sin contar con apoyos en leyes clave y la abstención de Ciu en un primer momento y del PNV en este arranque del curso político es la que le está permitiendo sacar adelante sus proyectos en el Congreso. El voto de ayer del PNV es interpretado como un paso adelante en la buena sintonía entre el partido vasco y el PSOE de cara a poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Ayer el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, declaró que su partido tiene buena disposición para ayudar al gobierno a aprobar las cuentas del Estado para el próximo año. Es muy relevante que el ejecutivo logre que sus presupuestos lleguen a buen puerto pues de no ser así se vería obligado a convocar elecciones anticipadas.
Uno de los puntos clave de la reforma laboral, que está provancando la discordia, es entre otros, el abaratamiento del despido. Se generaliza un contrato en el que serán menos los días que se pagarán a un trabajador al ser despedido por año trabajado. Además el despido objetivo podrá deberse tanto a que una empresa pueda demostrar pérdidas, como que las prevea. Es decir, si una empresa espera pérdidas en el futuro, podrá despedir a trabajadores con ese argumento. sto no gusta nada a los sindicatos, y la reforma tampoco convence a nadie, salvo al PSOE, en el Congreso. Los empresarios mostraron ayer su descacuerdo con la modificación del mercado de trabajo.
Es, por tanto, la reforma de la discordia. En cuanto a los partidos políticos con representación parlamentaria hasta el partido que hizo posible que el gobierno sacara adelante la propuesta, el PNV, criticó esta reforma. Desde Ciu se afirmó que se ha dejado pasar una oportunidad de llevar a cabo una profunda reforma del mercado laboral, la reforma que necesita España según este partido. En la misma línea se mostró el PP. Su portavoz en el debate de ayer dijo que la reforma no iba a servir para crear empleo. La izquierda de la Cámara como ERC o IU también se mostraron críticos con la reforma, y desde las filas republicanas se llamó directamente a los trabajadores a la huelga general del día 29. Y antes de ayer el protavoz de IU, Gaspar Llamazares, se presentó en el Congreso con una pegatina en la chaqueta de su traje en la que se podía leer "sí a la huelga". Por su parte los grupos minoritarios tampoco mostraron entusiasmo con la reforma, una "mala reforma" en palabras de Rosa Díez, portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD).
Los sindicatos y los empresarios están en contra de la reforma laboral aprobada ayer en el Congreso. Los unos porque rebaja los derechos de los trabajadores, y los otros porque deseaban una reforma de mayor calado. UGT y CCOO mostraron ayer sus poderes en Madrid llenando el Palacio de Vistalegre para hablar sobre la huelga general. Los asistentes, delegados sindicales, corearon "Zapatero, dimisión" en algún momento del acto.
La polémica previa a la huelga general es la serie de vídeos que UGT está empleando para promocionar esta huelga general. En ella aparece Chiquilicuatre, o como se escriba, en la piel de un empresario sin escrúpulos. La cosa llega más lejos pues se puede ver incluso como este empresario cobra comisiones por contratar a alguien, o como trata de modo despectivo y casi abusivo a una trabajadora. Por el momento ni una crítica de estos vídeos al gobierno, sólo al PP, a Fraga, y a los empresarios. La pregunta es, quien está al frente de estos vídeos, quien los ha ideado, ¿representa a las 15.000 personas que ayer pedían la dimisión del presidente del gobierno?
Los sindicatos están ante una oportunidad de demostrar que el creciente descrédito que se precibe en la sociedad hacia ellos no es tal, o al menos de poder hacer una muestra de su poder de convocatoria. Los datos de las encuestas ciudadanas sobre si se va a acudir o no al huelga dicen que un porcentaje bajo de la población está dispuesta a secundar la protesta, jornada reinvindicativa como la llama la vicepresidenta De la Vega, pero los sindicatos afirman que en todas las huelgas generales los datos de las encuestas decían lo mismo y que luego fueron todo un éxito.
¿Hay motivos para hacer una huelga general? ¿La apoyarán mayoritariamente los ciudadanos españoles? ¿Tenían los sindicatos otra alternativa tras el fracaso de las negocaciones del diálogo social? A los sindicatos se les critica con mucha frecuencia que durante demasiado tiempo estuvieron al calor del gobierno, a su vera y sin rechistar cuando las cifras de parados subían y subían. Ahora se han desmarcado de un gobierno en el que el ministro de Trabajo ha declaro que hubiera deseado que la cifra de parados fuera menor cuando se fuera del gobierno, pero que no es culpa suya; y antes de esto, que en tres o cuatro años el paro seguirá siendo elevado. A 19 días de la huelga los sindicatos calienta motores ante la incógnita de si será o no secundada por una amplia parte de la sociedad.

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