El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha decidido decretar prisión sin fianza para los ocho detenidos la semana pasada por tratar de refundar el brazo político de la banda criminal ETA. Garzón les acusa de un delito de integración en banda armada. Es un golpe contundente a los intentos de la llamada izquierda abertzale de presentarse a las elecciones de marzo a través de la marca D3M.
Tan sólo una de los ocho detenidos decidió declarar ante el juez, el resto no lo hizo y en algún caso ni firmó el acta de declaración. D3M y Askatasuna son sucesoras de Batasuna, eso es lo que pretende demostrar esta investigación judicial.
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