
Ver enfrentarse a estos dos genios de la raqueta es siempre un espectáculo formidable. Cuando ese duelo es en superficie de tierra, Nadal es el favorito. Una vez ha vuelto a demostrar lo acertado de estos pronósticos. Apostar a una victoria de Nadal en Rolland Garros no es apostar, es constatar lo que pasa sí o sí desde hace ya cuatro años.
En menos de dos horas, el maestro de Manacor venció al número 1 del mundo con una aparente facilidad. Federer no ganó ningún set en esta final, y Nadal no le dio opciones reales en todo el partido. La maestría y profesionalidad del tenista español es todo un ejemplo deportivo. La exquista deportividad entre los dos grandes del tenis mundial, también. ¡Enhorabuena!
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