La circulación por la mayoría de las principales carreteras españolas no se ha visto afectada hoy por los actos de protesta derivados de la huelga de transportistas. Tal y como anunció ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba,tres días después del comienzo de la protesta se desbloquearon las vías tras proceder los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ala detención de unos 101 huelguistas (según datos de hoy mismo del propio minstro) que afrontarán sanciones económicas y posible retirada el carné.
Siguiendo en el terreno político, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hablado hoy de "tolerancia cero" con los piquetes violentos. Por su parte la ministra de Fomento, Magadalena Álvarez, ha anunciado la ruptura de las negociaciones con las asociaciones minoritarias que han convocado esta huelga. El PP acusa al Gobierno de "inactividad" en este conflicto. Otros grupos políticos como Ciu pidieron ayer al Gobierno "dar la cara", según declaró Josep Antoni Durán i LLeida.
Con los efectos directos de la huelga relativamente minimizados, preocupa la situación en otros sectores que se ha visto agravada por los paros de camioneros. Así, los agricultores de distintas zonas de España están, literlamente, tirando su mercancía recién recogida. Algo similar ocurre con la leche. Estos días hemos visto como la capacidad de almacenamiento de los centros de producción no da para más y se han desperdiciado importantes cantidades de este producto.
No es el campo el único sector afectado por esta huelga. Las empresas automovilísticas también están sufriendo los efectos de la protesta, y han parado su producción. Algunas empresas podrían acogerse a los expedientes de regulación de empleo (ERE), supuestamente por los efectos de esta huelga. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha anunciado que "examinará con lupa" cualquier expediente de regulación de empleo. Empresas como Fiat ya han planteado o hablan de esta posibilidad.
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