X Asamblea de Izquierda Unida

De fructífera y exitosa se puede calificar la X Asamblea de Izquierda Unida. Por primera vez en casi dos décadas, se logró una candidatura única que aglutinara a todas las corrientes internas. La lista, encabezada por Cayo Lara, incluye a miembros de las distintas sensibilidades que se reúnen en la coalición. El fruto de esta Asamblea es la "Declaración de Madrid", una hoja de ruta del futuro de IU que fue apoyada por el 98,7% de los delegados. Probablemente la de este fin de semana ha sido una de  las asambleas más importantes de IU a lo largo de su historia, al menos la que termina con una mayor sensación de unidad y con una ambición más alta.
 
Uno de los ejes de acción del partido liderado por Cayo Lara es  "poner plenamente la organización de IU al servicio del movimiento popular para ser alternativa real de gobierno". En estos momentos de gran movilización ciudadana, Izquierda Unida no quiere dejar la pasar la oportunidad de mimetizarse con estos movimientos, de mostrarse cercano, de integrarlos en su formación. Creo que es una estrategia acertada, aunque siempre correrán el riesgo de que los miembros de estos movimientos sociales les acusen de querer adueñarse de las protestas. El momento social y política actual es extraordinariamente propicio para que IU aspire a cotas mayores y busque aumentar su peso en el sector de los votantes de izquierdas. De ahí que busque una relación estrecha con los movimientos sociales e intente presentarse incluso como la alternativa de izquierdas al PP. La crisis del PSOE ayuda a que un amplio número de votantes de izquierdas se sienta tentado por las ofertas de IU.
 
El momento es crucial para IU, es una oportunidad histórica evidente para esta formación. Sus dirigentes y los miembros de las distintas corrientes que forman parte de la coalición lo han sabido ver. No han dejado pasar la ocasión de salir fortalecidos de esta X Asamblea. Los últimos resultados electorales de IU en las generales de 2011 y en las autonómicas de este año suponen un impulso a la coalición y la coloca probablemente en su mejor situación desde los tiempos de Anguita. Las encuestas a nivel estatal dicen que podría alcanzar un 11% de los votos. IU es uno de los partidos que más beneficiado se ve por el debilitamiento del bipartidismo: el PP pierde apoyos a chorros, pero el PSOE no recupera nada desde las elecciones del 20-N.
 
Ante un PSOE desfigurado, sin rumbo fijo y con evidentes guerras internas, IU busque presentarse como la verdadera alternativa de izquierdas. Los socialistas tienen un problema evidente: su acción de gobierno reciente, que no se caracterizó en los últimos tiempos precisamente por tomar medidas de izquierdas. No hay que olvidar que el 15-M nació con el PSOE en el gobierno. Los nuevos movimientos sociales, en teoría terreno ideológico más próximo a la izquierda, está muy alejado del partido liderado por Alfredo Pérez Rubalcaba. Tanto que PP y PSOE se incluyen en el mismo saco del bipartidismo pernicioso y todopoderoso contra el que estos movimientos luchan. Ahí es donde IU tiene la opción real de entrar como formación política representativa del sentir social de estas personas. Al menos puede presentar una coherencia con sus ideas de las que, a día de hoy, el PSOE no puede presumir.
 
IU quiere ser "una gran organización de masas". Consideran, y creo que es acertado, que en el momento actual deben aspirar a ser algo más que una fuerza casi residual en el Parlamento. Pretender formar "un bloque social y política capaz de articular a muchas personas, sectores y colectivos, que pivote en torno a un programa social transformador". En el documento son muy críticos con la crisis económica y con las recetas que se están aplicando para combatirla. Sus propuestas en este ámbito, sinceramente, parecen poco realistas. Entre ellas, hacer "una auditoría de la deuda y rechazar la deuda que no se corresponda con el déficit generado por los servicios públicos y la protección social". Es decir, IU propone no pagar la deuda, porque la considera "ilegítima". También llama a priorizar la creación de empleo y la protección de los servicios sociales. Otro de los ejes centrales de su propuesta, una petición clásica de esta coalición, es la lucha contra el fraude.
 
Aseguran que se comprometen a organizar una rebelión contra el modelo económico y político actual para "avanzar hacia la construcción de un modelo diferente de sociedad, de construcción del socialismo en este siglo XXI". Tengo la impresión de que a esta Asamblea de IU no se le ha hecho todo el caso que requería, creo. Porque es perfectamente posible que IU juegue en España en los próximos años el papel que Syriza ha jugado en Grecia y porque las circunstancias actuales son idóneas para que esto ocurra. Cayo Lara no es santo de mi devoción (con perdón por la comparación religiosa), pero hay que reconocerle el mérito de conseguir una lista de unidad por primera vez en 18 años y el acierto de plantear una hoja de ruta ambiciosa para IU y abierta a los movimientos sociales. Creo que de esta X Asamblea sale una Izquierda Unida reforzada. Una estrategia de libro en los tiempos que corren que puede darles buenos resultados.

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