Duran, el PER y los bares

La prepotencia de algunos políticos es sobradamente conocida, pero sorprende que sea el político más valorado en toda España hasta hace nada, Duran i Lleida, quien haga declaraciones como las realizadas ayer por el portavoz de CiU en el Congreso. Si hace poco escuchábamos a Artur Mas decir que los niños andaluces o gallegos no se les entendía cuando hablaban castellano, todo ello para defender el modelo lingüístico de Cataluña, ayer fue el turno de Josep Antoni Duran i Lleida. El político catalán dijo, textualmente, lo siguiente: "no hay derecho. Nuestro payés no puede recoger la fruta porque no hay dinero, mientras que en otros sitios de España, con lo que hacemos nosotros, reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo".

Digo que sorprende especialmente que estas palabras procedan de Duran i Lleida porque el político catalán es tenido por muchos como un político moderado y sensato. Sabíamos que era un político nacionalista, pero pensábamos que, dentro de esa mentalidad a veces provinciana de los nacionalismos, Duran i Lleida era de lo más sensato que había. Lo peor es que, después de lo dicho ayer, puede que hasta lo siga siendo. El caso es que Duran no hace más que dar la razón a los que piensan que el nacionalismo, de por sí, es provinciano, busca el conflicto y sólo sabe defenderse atacando a los demás. Decía Albert Einstein que el nacionalismo es una enfermedad infantil. No sé si tildarlo de enfermedad, pero está claro que las declaraciones de ayer de Duran son bastante infantiles en cuanto simplistas e irresponsables, en cuanto a poco pensadas.

El señor Duran i Lleida está en su derecho, sólo faltaría, de pedir un pacto fiscal en Cataluña. Como el resto de regiones, ni más ni menos, está en su derecho de reclamar lo que considere justo para su Comunidad. Pero no creo que la forma más acertada de hacerlo sea meterse con todo el mundo y enrarecer la convivencia con el resto de España. A los nacionalistas se les llena la boca diciendo que en el resto de España, o del Estado, como les gusta decir, no se apuesta por una convivencia con Cataluña. Declaraciones como la de ayer hacen pensar que son ellos los que no apuestan por convivir. El PER podrá tener muchos defectos, Cataluña podrá aportar más de lo que recibe, todo lo que el señor Duran quiera, pero no creo que decir que en otras zonas de España los agricultores se pasan el día en el bar sea el mejor modo de denunciar esos posibles errores o de pedir cambios.

En Twitter, que cada vez va cobrando más peso informativo, llegó la respuesta de José Antonio Griñan y Javier Arenas a las palabras de Duran. El presidente andaluz escribió que "la inmensa mayoría de los catalanes no necesita ofender a los que no lo son para mostrar orgullo por su tierra. Otros como Duran i Lleida, sí". El presidente del PP en esa comunidad pidió "respeto para Andalucía". Sólo Andalucía y Extremadura reciben la ayuda del PER, por lo que el mensaje iba directamente dirigido a estas dos comunidades. Se podría pensar que las palabras de Duran responden sólo a una gran torpeza, pero son tantas veces ya que más bien parecen reflejo de su mentalidad. Mira a otras comunidades como si éstas le deberían a la suya poder comer todos los días.

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