Milagro en Chile

Cuando en agosto 33 personas se quedaron atrapadas en una mina en Chile, las noticias que llegaban o, mejor dicho, las noticias que no llegaban, no invitaban al optimismo. Pero una nota en la que los mineros decían estar todos bien abría el camino al milagro, a los 33 milagros de la tecnología que ayer se produjo en Chile. Esta mañana despertábamos con la noticia de que los 33 mineros estaban sanos y salvos, liberados al fin del infierno que han debido de vivir a tantos metros de profundidad. Desde el principio la historia fue de película, el modo en que se comunicaron los atrapados con sus familias, sus mensajes desde el interior de la mina y el campamente Esperanza que se convirtió, en la superficie, en el lugar en que los familiares de los mineros se reunían y confiaban en un final feliz como el que finalmente se ha conseguido.
Chile y sus mineros han dado un ejemplo de superación, resistencia y unidad nacional con esta situación crítica que, por fortuna, ha finalizado bien para todos pero que podría haber tenido otro final. En primer lugar, como no podía ser de otro modo, el protagonismo debe ser para los mineros que han soportado dos meses atrapados con una entereza sensacional. Han tenido, por lo que sabemos, una única crisis interna. Algo lógico debido a las duras condiciones en que se encontraban. Pero, desde luego, su ejemplo es maravilloso. La resistencia que han tenido esas personas es digna de admiración.
Ayer en todo el mundo se seguía con mucho intereses los avances en el rescate de los mineros, uno a uno iban saliendo cada 50 minutos más o menos. Un milagro por hora, decía ayer un medio de comunicación. La atención mediática de todo el mundo ha estado centrada en Chile estos días y no es para menos. La historia es de la que no te pueden dejar indeferente, de las que te invitan a ponerte en el lugar de los atrapados, y también en el de los familiares que pasaron de la desolación inicial a la esperanza que ha caracterizado estos duros meses de un sin vivir para todos ellos.
Chile se ha unido en la desgracia, dando un gran ejemplo a todo el que lo que quiera tomar en consideración. El éxito en el rescate ha supuesto en triunfo para toda la nación, una inyección de patriotismo. Ha sido el éxito de todo un país, pues el sufrimiento anterior al desenlance también fue compartido por todo Chile. Su presidente ha actuado de forma impecable estos días. Se ha arriesgado y ha puesto todo lo que tenía y más para lograr la liberación de los 33 mineros atrapados. Sebastián Piñera declaró ayer que se había dado un ejemplo al mundo y, como digo, no le falta razón. El presidente habrá recibido ya la felicitación de autoridades de todo el mundo. Sabemos que Obama estaba muy pendiente de cómo se desarrollaba el rescato, también que el Papa mandó un mensaje de felicitación al presidente chileno. Desde España ha sido la vicepresidenta De la Vega la que ha elogiado la actitud de Chile en esta crisis y la que ha reinvindicado en unas acertadas palabras el papel de la tecnología al servicio del ser humano.
Ayer, supongo que como todos los que vieran la televisión en algún momento del día, pude presenciar en directo el momento en que uno de los mineros salía por fin a la superficie. Algunos salieron peor que él, pero el que pude seguir yo a través de la pantalla salía con entereza y con presencia de ánimo. Parecía mentira que hubiera estado tanto tiempo atrapado, que por su cabeza hayan pasado tantas cosas negativas en este tiempo, que se haya planteado, como así ha debido de ser, si lograrían sacarles de ahí o no. Y luego llegó el abrazo con su esposa. Un momento muy emotivo que al propio reportero que seguía la noticia en directo le emocionó de veras. No es para menos, no se prensencia una situación así todos los días.
Resultó muy emocionante vivir ese momento desde la televisión. Resultaba casi inevitable que no se montara el circo mediático que se ha montado alrededor de esta situación y del campamento Esperanza. Como he dicho la atención mediática ha sido enorme y ya hay quien da cifras espectaculares de seguimiento del rescato a través de la televisión. Pero al menos la televisión ha servido esta vez para contar una noticia alegre y alejada del morbo o de las imágenes duras a las que estamos acostumbrados. Hemos podido presenciar en directo el regreso a la vida de 33 personas.
De lo ocurrido ayer me quedo con que esta historia ha tenido, en medio de un mundo lleno de noticias tristes, un final feliz. Ahora es verdad que los mineros pasarán por momentos delicados desde el punto d evista psicológico, algo que parece natural debido a las condiciones en las que han vivido tanto tiempo, pero están vivos y pueden contárselo a sus familiares, reunirse al fin con ellos y poder celebrar como es debido que un día 13 de octubre volvieron a la vida, que un día 13 de octubre se obraron en Chile 33 milagros.

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