A estas horas se está celebrando en el Congreso de los Diputados la sesión de control al gobierno habitual de cada miércoles. Como ya se había anunciado desde el Partido Popular, Mariano Rajoy ha preguntado al presidente del gobierno sobre la posible entrada de la empresa rusa Lukoil en Repsol.
Las posturas contradictorias y hasta contrarias entre distintos miembros del gobierno en los días anteriores han quedado zanjadas con la intervención de esta mañana de Zapatero en el Congreso. El presidente del gobierno ha dicho que defenderá a la empresa y que también desea que quienes dirijan la misma sean españoles.
Las posturas contradictorias y hasta contrarias entre distintos miembros del gobierno en los días anteriores han quedado zanjadas con la intervención de esta mañana de Zapatero en el Congreso. El presidente del gobierno ha dicho que defenderá a la empresa y que también desea que quienes dirijan la misma sean españoles.
Esta postura del presidente, que no sigue la línea de lo ayer declarado por él mismo cuando dijo descreer del intervencionismo, ha sido respuesta a una pregunta del líder de la oposición en la sesión de control al gobierno. Zapatero sí ha rechazado una de las alternativas que desde el mismo grupo socialista en el Congreso apuntaba un diputado: que el Estado interviniera directamente en la empresa.
Rajoy le ha dicho a Zapatero que en caso de permitir que saliera adelante la operación de venta del 29% de Repsol a Lukoil le acusaría de ser el responsable de "un escándalo mayúsuculo". El líder de la oposición se ha mostrado en todo momento contrario a la entrada de la empresa rusa en el accionariado de la compañía energética española.
La vertiente política de esta operación empresarial llega con posturas encontradas dentro del propio gobierno, y desde luego en las filas socialistas. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, fue el primer miembro de ejecutivo en valorar la opción de compra de la mayor parte de las acciones de Repsol por parte de Lukoil. Sebastián defendió entonces la españolidad e independencia de esta empresa. Sin embargo, Zapatero había sido menos explícito en la actitud que el gobierno tomaría en relación a esta posible operación empresarial que dejaría la mayoría de Repsol en manos de una empresa privada rusa controlada por el gobierno de aquel país.
La operación está actualmente en punto muerto según distintas informaciones. Parece claro que el 20% que posee Sacyr Vallehermoso será vendido a quien esté dispuesto a pagar por sus acciones un mayor precio, y en este momento es la empresa rusa la que paga el doble del valor actual de las acciones. Los problemas para la operación pretendida por Lukoil llegarían del intento de compra del 9% que posee La Caixa.
Comentarios