3 bodas de más

Las bodas como escenario recurrente de situaciones disparatadas, la relación con los ex como fuente permanente de conflictos, el personaje treinteañero que no sabe muy bien qué hacer con su vida... Son todos ellos recursos muy vistos en la ficción. Clásicos de las comedias cinematográficas. Todos ellos están presentes en 3 bodas de más. Sin embargo, el filme no resulta aburrido ni repetitivo, no suena a algo pasado y mil veces visto. Lejos de eso, es una película divertida, moderna y fresca. Es una comedia con vocación de entretener y lo consigue con holgura, sin ser tampoco una sucesión continua de gags que orillen por completo la historia. 

La película de Javier Ruiz Caldera es una comedia gamberra, pero en su justa medida. Hay momentos muy bestias (el baile de la protagonista con un niño y la posterior conga, la causa por la que un personaje se queda paralítico...), pero tampoco es una historia obscena sin argumento. Creo que lo mejor que se puede decir de 3 bodas de más es que cumple con los requisitos que se esperan de una comedia. La receta es equilibrada. Tiene su punto justo de azúcar, pero ni un gramo más, en la historia de amor que toda comedia romántica debe incluir, sus precisos momentos gamberros y las situaciones hilarantes adecuadas para permitir que avance una trama, con personajes razonablemente bien construidos y una historia de cambio importante de la protagonista. 

Inma Cuesta, sensacional una vez más, da vida a Ruth, una investigadora de una universidad que destaca en su trabajo, donde realmente tampoco es valorada, pero perdida en su vida personal. La película comienza con su último novio (Berto Romero) rompiendo con ella. Se da la coincidencia de que recibe la invitación de boda de tres ex novios. Ella, con crisis existencial y vital, sin pareja, apocada, decide acudir a los enlaces acompañada por Dani (Martiño Rivas), el becario de su trabajo. La evolución del personaje de Ruth, incapaz de decir que no y tendente a martirizarse por sus errores y sus desfases nocturnos, es uno de los puntos de más interés de la película. La protagonista del filme despierta inevitablemente simpatía y ternura en el espectador, porque transmite una imagen bastante triste y patética. La transformación que va experimentando a lo largo de la cinta y su confusión vital es magníficamente interpretado por Inma Cuesta, actriz con grandes dotas cómicas. 

Si de actores hablamos, para mí la gran sorpresa positiva de 3 bodas de más es Martiño Rivas, a quien conocimos en la serie televisiva El Internado. El actor borda el papel de Dani, becario que entra a trabajar (gratis) en el laboratorio donde investiga Esther. Un personaje desenfadado, divertido y vitalista que acompaña a la protagonista durante toda la cinta. Muy buena interpretación de Rivas. También están a un muy nivel los ex novios de Ruth. Son un surfero vasco inclasificable al que da vida Paco León, un transexual que interpreta Laura Sánchez y un personaje muy particular también que defiende con solvencia el cómico televisivo Berto Romero. Por completar el comentario sobre el resto del elenco, también aportan grandes momentos a la película Rossy de Palma, madre de la protagonista, y Quim Gutiérrez, un cirujano plástico inexpresivo y soso. El personaje de De Palma parece escrito para ella y sobre todo deja una escena desternillante en los vestuarios de un gimnasio. Quim Gutiérrez, que ha hecho cuatro películas en 2013, da el tono perfecto a su personaje. 

3 bodas de más es una comedia que cumple su función. No es menos valioso afirmar esto de una comedia que hacerlo de un drama. En su registro, hay que calibrar a cada película por su género y las pretensiones de la misma. Si cumple o no su objetivo. Si la recete lleva o no los ingredientes adecuados en su justa medida. Si la máquina funciona bien o alguna pieza chirría. Y en el caso de 3 bodas de más podemos decir que el plato sabe muy bien, que al cocinero no se le fue la mano con la sal y que la máquina rueda perfectamente engrasada. Por tanto, que nadie espere de esta comedia gamberra lo que no le puede dar. Pero si se busca diversión y risas, lo encontrará por descontado. 

Tres asuntos más. Dos de ellos, más negativos. En primer lugar, creo que con las comedias (y con bastantes películas de cualquier género) ocurre que en ocasiones los trailers revelan demasiado del contenido del filme. En este caso, una de las escenas finales de la película aparece en el trailer que anunciaba su estreno, junto a muchos de los gags del mismo. En la medida de lo posible, creo que el trailer no debería enseñar más de lo debido. En segundo lugar, cuando la película parece terminada  y están ya en pantalla los créditos finales aparece una escena en flashback del pasado de la protagonista que vendría a explicarnos su actitud en las relaciones sentimentales. Es una escena divertida, pero pienso que bastante prescindible. Por último, quiero destacar uno de los momentos más grandes del filme, aquel en el que el personaje de Inma Cuesta se desmelena al volante de su coche y canta el tema Carrie, del grupo Europe, muy presente en la película. Escena memorable de una comedia muy divertida. 

Comentarios